En pleno corazón de Dardo Rocha, Carmela, constituye un lugar único donde la majestuosidad y el encanto arquitectónico conviven con la exquisitez de la cocina italiana y mediterranea.
Sobre la base de un stud que conserva gran parte de su estructura original, se alza una gigantesca cúpula de madera que permite entrever el cielo a traves de sus imponentes lucarnas. En el sector central del Salón se elevan majestuosas especies de palmeras y plantas autóctonas, creando un lugar íntimo y elegante que se complementa con exposiciones de obras de reconocidos artistas plásticos nacionales.
Rodeandolo se ubican dos íntimos salones privados, "Cazador" y "Silvestre" de claro espíritu hípico por donde pasaron antiguas glorias del turf nacional.
Nació bajo el signo de Géminis por el mil novecientos veintipico en Italia, más precisamente en el Sur, cercano a la Sicilia.
Se casó muy joven, apenas veinte años.
Luego de la segunda guerra, allá por el año cincuenta, quedó sola con tres hijos a cuestas, uno de apenas un mes, pues su marido se embarcó para la Argentina en busca de la “Tierra Prometida”.
Sola pero con temperamento crió a sus hijos, hasta que en el mes de Abril apenas pasada la mitad del siglo llegó con ellos a la Argentina para el reencuentro y la integración de toda la familia.
Su gusto por la buena comida, en especial las pastas y las salsas, lo había desarrollado en su tierra natal, completándolo aquí, en su nueva patria, con otras exquisiteces.
Muchas de ellas, las ofrecemos hoy en nuestro menú.
Es callada, el silencio es mas bien la regla, lo que la hizo muy observadora, y detallista.
Su fina sensibilidad, su ternura y su delicadeza, la convirtieron en una persona muy querida.
Hoy es la Mamma, es la Nonna, es Carmela.
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