Con escasa información sobre su situación real durante mucho tiempo, ocultada sistemáticamente por su gobierno, lo que motivaba infinidad de especulaciones, en la tarde del martes 5 de Marzo, el vicepresidente Nicolás Maduro hizo uso de la cadena nacional en un prolongado discurso que arengaba a partidarios a "cerrar filas" frente al imperialismo, afirmaba que la enfermedad (cáncer) había sido fruto de una "conspiración internacional" (el propio Chávez había acusado a la CIA de tal maniobra) e instaba a unirse a otros país de América para extender "la revolución". El semblante de Maduro y los rostros de quienes lo rodeaban indicaban claramente que o Chavez ya estaba muerto (algunos medios aseguran que estaba en Cuba y ya muerto desde temprano) o que tal situación se produciría en cuestión de horas.

Efectivamente, a las 18:50, el mismo vicepresidente anunció lo que definió como "una tragedia histórica" al comunicar la muerte del presidente, 3 meses después de haber sido sometido en Cuba a su cuarta operación tras la detección de un tumor en la región pélvica. De todas formas y como quedó señalado en su arenga previa, la "disciplina" era una de las búsquedas más reclamadas. "Tenemos que unirnos más que nunca, la mayor disciplina, la mayor colaboración para ser dignos herederos de un comandante como fue y siempre será en el recuerdo, Hugo Chávez".

"Que no haya violencia, que no haya odio, amor, amor por la vida, por la historia, por la patria, paz, dignidad y disciplina", reclamó.

Chávez se consideraba un continuador de la tarea emancipadora del prócer Simón Bolívar. Su fanatismo por él acuñó el término "bolivariano" para definir lo que formaba parte de su proyecto de gobierno, caracterizado por las prácticas del clásico caudillismo latinoamericano.

Murió un presidente despótico y populista, despectivo con sus detractores, sordo a las críticas y, sobre todo, con ansias irrefrenables de poder.

Por su parte, EE.UU. lo tuvo como un crítico implacable al que soportaron por intereses económicos: un millón de barriles de petróleo diarios es el promedio que le provee Venezuela.

Hugo Chávez entre 1999 y 2010 acumuló más de 1.300 horas de "cadenas" de radio y televisión, según un relevamiento de la consultora AGN Nielsen. Otras fuentes calculan que esas eternas alocuciones sumaron durante todo su gobierno unas 3.500 horas. Antes del cáncer que terminó con su vida, era común que sus alocuciones se extendieran hasta 8 horas.

La tercera reelección de este venezolano fue el 7 de Octubre, con el 54% de los votos sobre Henrique Capriles, candidato único de la oposición.

Luego de esa victoria en las urnas, Chávez comunicó la reincidencia de su enfermedad y una operación urgente en Cuba.

Ahora, con Chávez definitiva fuera de escena, se imponen nuevos comicios de acuerdo a lo que indica la constitución venezolana.


Chavez y la Iglesia

El presidente venezolano, se refirió en 2010 al Papa Benedicto XVI, reconociéndole su condición de Jefe de Estado pero "no es ningún embajador de Cristo en la tierra como ellos dicen, por el amor de dios. Qué cosa es esa de embajador de Cristo, quien no necesita de embajador, Cristo está en el pueblo y los que luchamos por la justicia y la liberación de los humildes".

En el mismo tiempo, Chávez trató al cardenal de Caracas, Jorge Urosa Savino diciéndole "troglodita" y "oligarca" y "cobarde". El cardenal había manifestado su preocupación porque Venezuela estaba avanzando hacia un “Estado socialista” de corte “marxista-comunista”, lo que ha enfurecido a Chávez, quien se ha puesto a descalificarlo.

La Conferencia Episcopal Venezolana expresó su preocupación por el "clima de violencia y corrupción que reina en muchas esferas de la vida del país" añadiendo que "la polarización ideológico-política de diversos actores no contribuye a la creación de un ambiente favorable" con vistas a las elecciones de Septiembre de ese año.


Chavez y la ley antitabaco

Luego de que se aprobara la ley que establecía ambientes totalmente libres de humo, el Ministerio para la Salud declaró la nulidad absoluta de la Resolución de Ambientes Libres de Humo de Tabaco.

El documento señalaba que los administradores de los lugares en los que estará prohibido fumar obligatoriamente deberían colocar un aviso visible advirtiendo: "Este es un ambiente 100% libre de humo de tabaco por resolución del Ministerio del Poder Popular para la Salud". A mediados de 2005, una resolución gubernamental había obligado a las empresas tabacaleras a estampar en los paquetes de cigarrillos fotografías y textos con evidencias explícitas sobre los diversos daños al organismo que causa el consumo de tabaco.

Chavez y los medios

El presidente venezolano cerró 34 estaciones de radio, levantó la licencia del canal más antiguo de TV, llamó a los medios "terroristas" e impulsó una ley que penaba con prisión los "delitos mediáticos".

En 1999 la reforma constitucional puso en alerta a los medios. El hecho de que la Asamblea Constituyente reemplazara el sistema parlamentario de dos Cámaras por uno unicameral, designara a dedo nuevos jueces para la Corte Suprema, cambiara al Defensor del Pueblo y nombrara a un nuevo fiscal general desató gran cantidad de críticas contra de Chávez.

En 2004, logró que el Congreso aprobara la ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión que incluyó sanciones con multas e interrupción de la transmisión a quienes no cumplan con los pedidos del Estado. El Gobierno puede hacer uso de las señales de TV sin aviso ni limitación de tiempo para emitir sus mensajes. Los medios están obligados a transmitir en cadena nacional lo que el Presidente quiera. Al 2008, según Reporteros Sin Fronteras, Chávez había utilizado 1.179 horas de antena, es decir 49 días enteros.

La venganza de Chavez a los medios críticos se materializó con la revocación de la licencia de RCTV y el cambio de la línea editorial de las cadenas Televen y Venevisión, hecho que les permitió continuar en el aire.

Para enero de 2009, los ataques hacia los periodistas recrudecieron. Orel Sambrano (director del semanario ABC, vicepresidente de Radio América 890 AM y editorialista del diario Notitarde), murió tras ser atacado a balazos por tres desconocidos. Beatriz Adrián, periodista de Globovisión, el único canal opositor que queda en Venezuela, reveló el salario de un diputado del Partido Comunista, aliado de Chávez. Desde entonces, enfrenta una causa por "hackear" el sistema informático de la Asamblea Nacional.

A pesar de las críticas que le llovieron por sus embestidas a la prensa, Chávez no se detuvo y llamó "terroristas" a los medios de comunicación. Advirtió a sus ejecutivos que no les iba a permitir que siguieran haciendo "terrorismo diario" y los acusó de creer que están "por encima de la ley" . Trece días después, volvió a amenazar a la prensa y aseguró: "envenena a la gente".

El 1 de Agosto, el gobierno de Venezuela retiró, alegando razones técnico-administrativas, la licencia a 34 emisoras de radio y declaró que 200 más corrían el mismo riesgo. El 3 de agosto, unas 30 personas armadas ingresaron en las oficinas de Globovisión e hicieron detonar bombas de gases.

Chavez y la economía venezolana

Durante los 14 años de gobierno de Hugo Chávez, la economía venezolana fue uno de los sectores que sufrió mayores transformaciones en el tránsito de la nación petrolera hacia el socialismo, incrementando la participación y control del Estado en la economía. Nacionalizó empresas neurálgicas, centralizó el manejo de la hacienda pública, ancló los precios de alimentos y medicinas y fijó el tipo de cambio.

Chávez hizo de las nacionalizaciones una marca registrada de su gestión. Desde que asumió el poder en 1999, ordenó la adquisición forzosa de grandes empresas petroleras, eléctricas, siderúrgicas, bancos y telefónicas, así como de pequeñas industrias productoras de envases, sanitarios y tuberías.

La promulgación de una ley de hidrocarburos en el 2001 obligó a todas las transaccionales interesadas en explotar crudo en el país a participar en calidad de socias minoritarias de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).

El cambio derivó en expropiaciones y arbitrajes, pero también en el crecimiento exponencial de la recaudación petrolera por parte del gobierno, en medio del alza de los precios del crudo. Además representó una mayor transferencia de recursos de PDVSA para financiar decenas de programas sociales para la mayoría menos favorecida del país.

Otro sello de la "revolución" impulsada por Chávez fueron los controles de cambio y de precios. En el 2003 y tras un paro petrolero que golpeó las finanzas del país, el mandatario impuso un control de divisas que, dijo, había llegado "para quedarse". También fue el comienzo de la política de regulación de precios que luego se profundizaría a través de leyes para poner techo a los precios de alimentos, alquileres y medicinas en una economía con una fuerte inflación. Hasta el 2013 el bolívar fue devaluado cinco veces.

Las medidas llevaron al desabastecimiento de bienes primordiales, una característica del Gobierno de Chávez. El mandatario y sus aliados, sin embargo, culparon a la especulación y el acaparamiento.

La empresa privada alega que los controles, sumados a las expropiaciones, aceleraron el deterioro de la industria local, generando mayor dependencia de los bienes importados.

Venezuela tiene la gasolina más barata del mundo. Cálculos de la propia PDVSA indican que cada año la estatal deja de percibir unos 11.000 millones de dólares por el subsidio a los combustibles en el mercado interno.

Además, el Gobierno importa alimentos, autos y electrodomésticos que son vendidos por debajo de su precio a través de sus redes propias de distribución.

Desde que Chávez asumió el poder los índices de pobreza y desempleo se redujeron a la mitad, aunque sus críticos a menudo advierten que la calidad del empleo decayó y un 40% de los venezolanos trabaja en la economía informal.

Tanto Venezuela como PDVSA aumentaron su ritmo de endeudamiento con Chávez a la cabeza. En 2011 se anotó un récord en la región con la emisión de casi 18.000 millones de dólares, entre la petrolera y el Estado.

Venezuela batalla contra una inflación de dos dígitos desde hace más de 25 años, que la ha azotado tanto en épocas de crecimiento económico como en momentos de recesión.

El gobierno intentó frenar el avance de los precios mediante estrictas regulaciones, que se han convertido en una camisa de fuerza para producir bienes y servicios.

Chávez y sus alianzas

Hugo Chávez estableció durante sus 14 años de gobierno polémicas alianzas con gobernantes de Irán, Siria, Libia o Bielorrusia, algunos bajo sanciones internacionales.

Fue prácticamente el único líder mundial en apoyar a ultranza al fallecido ex dictador libio Muamar Gadafi derrocado en octubre de 2011 tras más de 40 años al frente del país, y siguió siendo un fiero defensor del presidente sirio, Bashar al Asad, al que consideró "víctima de una arremetida fascista".

Chávez recibió varias veces la visita al país del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, incluso en medio de las tensiones en el Golfo Pérsico y una creciente presión de parte de los países occidentales por el supuesto programa nuclear con fines militares de Teherán.

Con la llegada de Ahmadineyad al Gobierno en 2005, la relación entre Venezuela e Irán se ha estrechado tanto ideológicamente como en el sector económico, con cerca de 5 mil millones de dólares de intercambio comercial, además de acuerdos de cooperación en sectores como el energético.

Junto con Irán, las relaciones son Siria, Libia o Bielorrusia centran la mirada internacional, que también sigue de cerca la estrecha relación militar con Rusia o una cierta transigencia hacia el régimen norcoreano.

Las relaciones con Cuba merecen un capítulo aparte. Chávez vinculó a la revolución cubana con su proceso político y consideró a Fidel Castro, un "padre" al que elogió constantemente y en el que ha buscado inspiración para su gobierno.