La historia de lo que es hoy la Fundación Ruta 40, nació en los viajes de vacaciones que la familia Torres Carbonell de San Isidro, realizaba a distintas provincias argentinas. Charlamos con Andrés Torres Carbonell, secretario de la agrupación y uno de los pilares de esta obra ejemplar que, con el paso de los años, ha tomado dimensiones considerables, ya que actualmente, prestan ayuda concreta a 11 escuelas rurales, llegando a más de 1.500 niños argentinos con su obra solidaria.
Allá por 1995 la familia decidió materializar un proyecto sensacional, que fue gestando, ideando y soñando, mientras recorría el país en diferentes viajes de descanso.
El eje principal de este trabajo altruista se centra en las escuelas, y está destinado a los alumnos que concurren a las mismas y a sus familias. A ellos se orienta toda la ayuda material y el respaldo moral, que este equipo decidió materializar a través de esta organización no gubernamental.
Andrés Torres Carbonell nos recibió amablemente en la sede que la Fundación tiene en el centro de San Isidro y nos detalló: "Le pusimos Ruta 40 como excusa de limitar de algún modo, el espacio geográfico en el cual queríamos trabajar, sabemos que hay necesidades en muchas escuelas argentinas, pero como hay varias instituciones que trabajan en el tema de ayuda a escuelas rurales, tomamos la Ruta 40 como eje, la misma atraviesa muchas provincias y nuestro objetivo es llegar al menos a una escuela por provincia de las que atraviesa esta ruta, y seguro que lo vamos a lograr".
La presidente de la Fundación es la madre de Andrés la Sra. Silvia Sioli de Torres Carbonell y la acompañan también sus dos hijas, su marido, su nuera, su yerno y otros colaboradores. Recientemente ingresó a este exitoso equipo Inés Inchauspe, una nueva integrante que, con mucha garra, energía y ganas de trabajar, promete que en un futuro no muy lejano llegarán a muchas más escuelas, con esta loable labor.
"Cada escuela tiene una realidad distinta -explica Andrés- es decir, que tienen necesidades diferentes. Para la recolección de donaciones hacemos campañas puntuales a través de eventos deportivos, en colegios, parroquias, también tenemos una cuenta corriente en el banco donde recibimos colaboraciones. Desarrollamos también proyectos paralelos, por ejemplo les facilitamos el transporte a unos chicos de escuela becados en un instituto terciario en Río Negro, en Salta tenemos un proyecto para becar a un bibliotecario, tenemos donaciones puntuales de empresas de, por ejemplo, zapatillas, libros o el transporte. La colaboración y el enganche con los proyectos por parte de las directoras de las escuelas es fundamental, ya que se hace muy difícil impulsar el proyecto desde acá si no tenemos el incentivo de ellas", asegura el entrevistado.
La misión de este grupo tiene tres vectores fundamentales que son, por un lado, cubrir necesidades básicas -como alimentos, vestimenta, calzado, obras de mejora-, por otro lado se trabaja con la capacitación de docentes, se entregan libros para la constitución de bibliotecas, se organizan talleres de informática y finalmente se tienen en cuenta microemprendimientos relacionados con el área textil y huertas, y se capacita a la población, a los lugareños, para ello.
Reflexionando acerca de lo realizado hasta el momento, el tesorero de la Fundación manifestó: "Este trabajo es un cable a tierra para nosotros, la experiencia es, sin dudas, espectacular. En realidad los agradecidos somos nosotros por todo el cariño que nos da la gente en cada una de las escuelas con las trabajamos en conjunto".