[2006] - La Lechería surge a mediados de 1983, como un programa de atención destinado a los chicos de la calle. Rosa Nazar, vecina de San Isidro, es una de las incansables voluntarias y sostén de este emprendimiento solidario.
Actualmente el equipo de trabajo, que desarrolla su labor en el barrio San Pablo de Tigre, está compuesto por profesionales, voluntarios y vecinos, que atienden las necesidades de aproximadamente 300 niños y adolescentes.
Rosa Nazar, integrante de este grupo humano que trabaja sin descanso por mejorar la vida de niños y adolescentes carenciados, nos recibió y expresó: "Si bien comenzamos trabajando en San Isidro para diferentes instituciones, los que empezamos con este programa creímos que era necesario trabajar desde la raíz, esta realidad de los niños y jóvenes que están en la calle, por eso nos dirigimos al barrio San Pablo, nos establecimos allí y empezamos muy precariamente, pero de esa manera teníamos una visión real de la situación, por otra parte teníamos también cerca a las familias, que podrían colaborar. La manera más apropiada, según la convicción unánime del grupo, de poder darles una mano de verdad, era a través de la educación y hacia eso dirigimos día a día nuestros esfuerzos", aclara la voluntaria.
Fruto del contacto y del vínculo que se comienza a entablar, se descubren algunas características de esta población infantil. Siendo en su mayoría chicos, que prácticamente habían cortado la relación con sus familias o grupo de crianza y que vivían en plazas o estaciones. En los años siguientes a su creación, La Lechería, fue modificando -fruto de las diferentes evaluaciones realizadas-, la orientación y el alcance de su programa de acción, intentando responder o planificar actividades e instrumentos que permitan acercarse al objetivo que los chicos reestablezcan el vínculo con su familia.
El traslado de la institución al barrio San Pablo, lugar de origen de la mayoría de los chicos del grupo, fue pensada para facilitar la vuelta al hogar y a la vez desarrollar una tarea preventiva que evite la expulsión de nuevos chicos a la calle.
"Sabemos –reflexiona Rosa- porque la experiencias nos lo enseñó, que un proyecto que intenta modificar la realidad de una comunidad es tan cambiante como la realidad misma y que en el devenir de la acción se modifican los preceptos iniciales; las marchas y contramarchas de nuestro proyecto, tuvieron y tienen relación directa con los diferentes momentos históricos, sociales y económicos, tanto en el aspecto macro social como en el micro; los efectos de los mismos atravesaron nuestro pensar y actuar, pero no modificaron la premisa básica que nos unió, la idea de la combinación de voluntad, profesionalidad, solidaridad y un profundo respeto por el otro".
El programa actual de La Lechería, que es multidisciplinario y pluralista, no pretende sustituir las funciones que corresponden a entes oficiales u otras organizaciones sociales existentes, sino que intenta facilitar el acceso a posibilidades de desarrollo humano más digno.
Educación física para niños y jóvenes, servicio de fonoaudiología, servicio de psicología, grupos de reflexión para la comunidad, taller de costura para mujeres adultas y madres adolescentes, clases de computación, una conexión constante por el tema de salud con los hospitales y centros de la zona, almuerzo para algunos adolescentes y la tradicional merienda reforzada para más de 150 chicos, son parte de los servicios solidarios que La Lechería, entrega a la comunidad que la rodea.
"Un detalle muy importante –destaca la entrevistada- es que formamos parte de una red barrial, en la que participan todas las instituciones que tienen relación con esta comunidad, es decir la escuela, en centro de salud, el club, Caritas, el jardín maternal y apoyo escolar San Francisco; con todos ellos nos reunimos cada 15 días y tratamos de buscar soluciones a distintos inconvenientes que pueden ir surgiendo. En fin, trabajamos junto a toda la comunidad, en la búsqueda de un espacio de contención y crecimiento, para prevenir la exclusión y la marginación de las cuales, por lo general, son víctimas sobre todo los niños", puntaliza con convicción RosaNazar.
Para recibir mayor información comunicarse al tel.: 4743-4970.
