[2006] - En la calle Buchardo 2556 de Martínez, funciona el observatorio del Club de Astronomía “Ing. Félix Aguilar”. Esta institución que se creó hace 27 años, funciona como un club de ciencia y está destinado a promover esta actividad, tanto desde el punto de vista técnico como filosófico.
La astronomía es la ciencia del universo que toma por objeto, el estudio del movimiento, de la estructura, del origen y desarrollo de los cuerpos celestes y de sus sistemas. Este estudio concierne al sol, las estrellas, los planetas, los cometas, sistemas estelares y la materia que llena el espacio.
El Club, que tuvo su origen en un curso de astronomía organizado por la municipalidad de San Isidro en 1980, es tiene una Comisión Directiva de la que forma parte Dario Tosone, quien nos detalló: "Somos casi 40 socios y también hay gran cantidad de gente que se acerca para conocer un poco más sobre esta ciencia. Nosotros los ayudamos porque hay cosas que no se pueden entender por sí solas, la parte teórica la llevamos adelante en la Casa de la Cultura de Vicente López y la práctica en nuestro observatorio de Martínez, en el cual, contamos con cúpula giratoria, telescopio con seguimiento automático de 330 mm. Además organizamos conferencias abiertas a donde asiste todo tipo de público, ya hemos realizado varios de estos encuentros y han tenido gran éxito de concurrencia".
El universo del hombre de ciencia es muy diferente del que percibe un filósofo o un artista. La astronomía hace su estudio utilizando el método científico.
Claro está, que desde la época de los primeros conocimientos es mucho lo que sabemos, varias veces hubo que rehacer caminos y no es difícil entender el motivo que reside en la vastedad del universo, en la enorme cantidad de materia que contiene y en las escalas temporales fantásticamente largas que sus varios fenómenos implican; pero gracias a hombres como Copérnico, Galileo, Newton y Kepler, entre otros, la astronomía hace mucho tiempo ya es una ciencia fascinante.
"La astronomía –reflexiona Tosone- desafía nuestra capacidad de entendimiento como ninguna otra ciencia puede hacerlo. Sus conceptos ponen a prueba nuestra habilidad para comprender aquello que está más allá de todo, dónde la distancia y el tiempo se acercan a lo infinito y a lo eterno. La constitución biológica del cerebro, en su actual estado de evolución, es tal, que limita la capacidad de asimilar e interpretar las informaciones más allá de un cierto grado de complejidad, estamos convencidos que nuestro club, reúne a gente que sabe que el gusto por la astronomía estimula la mente, enciende la llama de la curiosidad y mejora nuestra percepción de la naturaleza".
Los astrónomos de hoy en día, a diferencia de los de antaño, se ven beneficiados porque los grandes adelantos tecnológicos modernos le han hecho posible el acceso a telescopios, instrumentos y dispositivos electrónicos, cada vez más sofisticados y precisos. "Me asombra pensar –dice Dario con entusiasmo- cómo los griegos o Galileo, por darte un ejemplo, pudieron llegar a saber tanto y a detectar ciertos fenómenos en esa época de la historia del mundo; es realmente increíble lo que lograron, pensando que aún hoy con toda la tecnología existente se hace difícil acceder a cierta información".
Los observadores del universo y sus fenómenos, utilizan sus telescopios como una especie de alfombra mágica en la cual podrán volar en completa libertad hacia muchas maravillas, pero si no se tiene una información adecuada, se puede pasar de largo sin advertir nada.
Los especialistas recuerdan que la parte más importante de un equipo astronómico, es un Atlas Estelar, ya que no se pueden obtener progresos si no se utiliza por lo menos una carta celeste. Estar familiarizados con las estrellas más brillantes que se ven en diferentes épocas del año, reconocerlas a primera vista y saber sus nombres, será el primer logro.
"Generalmente – expresa el entrevistado- luego de una observación exitosa, se realiza un gran silencio; en mi caso particular, en ese silencio elocuente, se encuentra la íntima satisfacción de haber observado alguno de los objetos más enigmáticos del universo, en ese momento aparece en mi mente, una fuerte sensación de pertenencia, siento que estoy en el universo y no sólo en la Tierra, es como si uno se diera cuenta o tomara conciencia de algunas cosas, parece tonto, pero nos sentimos mejores personas y con ganas de respetar más a nuestro fantástico planeta y la vida que hay en él", asegura con entusiasmo este amante de la astronomía.
