Movimiento Ayuda Cáncer de Mama, es una institución sin fines de lucro que nació en el año 1994. Este grupo de mujeres solidarias, ofrece un lugar a las personas afectadas por la enfermedad para que intercambien experiencias y levanten la autoestima mediante, talleres, charlas y tratamientos de embellecimiento. Su presidente, María Cecilia Palacios, vecina de Acasusso, nos contó acerca de su labor social y humana.
María Cecilia Palacios no se va a olvidar más de aquel Enero de 1995, cuando le diagnosticaron cáncer de mama. Y tampoco de los meses posteriores, cuando la quimioterapia comenzó a hacer estragos en su cuerpo. Pero mucho menos, va a olvidar el día que comenzó a armar el Movimiento Ayuda Cáncer de Mama (MACMA), una asociación civil que le devolvió la sonrisa, permitiéndole reunir lejos de los hospitales y salas de cirugía a mujeres que atraviesan su misma situación.
María Cecilia es vecina de Acasusso y en charla con el Portal rememoró acerca de su experiencia: "El acercarme tanto a la muerte me hizo tomar conciencia de mi propia finitud. Me llevó a plantearme otras necesidades, a intentar vivir otra calidad de vida. Comencé a valorar las pequeñas cosas que, por estar tan cerca, no les daba importancia. Y sobre todo, me otorgó esa enorme posibilidad de ayudar a otros que, en definitiva, es ayudarme a mí misma", afirma esta mujer de 51 años y sonrisa radiante.
En Enero del '95, época en la cual estaba pasando por el momento más álgido del tratamiento de quimioterapia, MaríaCecilia leyó en un periódico que 20 mujeres americanas, todas ellas sobrevivientes de cáncer de mama, pertenecientes a la "Breast Cancer Fund" de San Francisco, California, habían venido a la Argentina a escalar el Cerro Aconcagua de casi 7.000 metros de altura, en la provincia de Mendoza, para expresar al mundo un mensaje de fe y esperanza. Casi sin darse cuenta, tomó la determinación de ir a Mendoza a verlas.
"Necesitaba intercambiar experiencias con pares –relata la entrevistada- y la verdad es que el encuentro fue muy emocionante y creó lazos muy fuertes entre nosotras. Curiosamente, todo monte tiene forma de seno, para llegar a la cima, es necesario pasar por diferentes dificultades, lo mismo sucede con el cáncer, para combatirlo, es necesario pasar por diferentes etapas: diagnóstico, cirugía, tratamientos, etc".
Es a partir de este momento, que surgió en esta mujer la necesidad de ayudar a otras mujeres que, igual que ella, hubieran atravesado o estuvieran atravesando por la experiencia de padecer un cáncer de mama. Comenzó a conectarse con algunas de ellas. Se encontraban en las salas de espera, para realizar sus quimioterapias o radioterapias, se reunían a tomar un café en algún bar y a charlar sobre su problemática y allí se dieron cuenta de lo importante que era para todas ellas, el compartir sus vivencias, sus dolores, angustias e incertidumbres.
"Nuestro objetivo –recalca María Cecilia- es tener un centro de mama. Hoy no tenemos un lugar que concentre los estudios para detectar rápidamente el cáncer. Queremos un lugar donde tengamos un área médica, un área psicológica y social y un área de grupos de autoayuda. El lema de nuestro movimiento es "me quiero nada, poquito, mucho". Decimos me quiero nada cuando nos enfermamos; decimos me quiero poquito, cuando hacemos el tratamiento y decimos me quiero mucho, cuando terminamos el tratamiento y decidimos hacer un cambio interior y exterior, al que llamamos "el clic" y que es la búsqueda de una nueva manera de vivir. Todas nosotras la encontramos y por eso tomamos la misión de ayudar a quienes tengan que atravesar una situación similar a la nuestra", reflexionó la titular de este grupo de mujeres luchadoras.
