[2006] - En una mañana plena de sol se produjo el sábado 15 de Abril un encuentro de trabajo entre el Equipo Juan de la Cruz, el Centro de Veteranos de Guerra Malvinas San Isidro [Avelino Rolón 1942, Boulogne] y el Sr. Francisco Gnisci Bruno, quien expuso someramente sus intenciones de trabajar junto a los ex combatientes en favor de la labor social que desarrollan.
La reunión permitió un ameno diálogo que incluyó las anécdotas de combate y recuperación, la necesidad de la integración y el trabajo en redes por la comunidad.
El Dr. Franco Bruno integró un movimiento de médicos para la prevención de la guerra nuclear aunque actualmente trabaja en la resolución pacífica de conflictos, y en charlas centradas en la necesidad de apuntalar el sentido social, integrador del individuo. Es precisamente por eso que considera valiosa la labor que realiza este Centro de Veteranos que no solo desarrolla actividades por aquellos que participaron de la guerra sino por la comunidad en la que está inserto.
"Lo fundamental del ser humano es que es un ser que está constituido para vivir junto con los demás en una forma armónica, en la cual la defensa de sus intereses, de sus ideales, está directamente conjugada con los intereses de los otros", señaló Bruno.
Este vehemente militante de la paz destacó que "Esta agrupación está dando una respuesta a la sociedad que es una respuesta maravillosa, porque aprendieron del dolor y del peligro de lo que significa estar en guerra y están desarrollando aquí el sentido esencial de lo que es la vida para un ser humano, que es organizarse en forma tal, para que los seres humanos agrupados puedan desarrollar acciones en las cuales la vida de uno está ligada directamente a la vida del otro".
Por su parte, Myriam Regaioli, del Equipo Juan de la Cruz, señaló "Esto es una red concreta de interacción y de apoyo y va mucho mas allá de lo logístico, creo que lo que nos unió a trabajar con ellos es el afecto y el respeto que tenemos hacia el otro. En esas diferencias nos sumamos y me parece sensacional que los chicos chiquitos conozcan historias importantes de guerra, poder tener gente de la tercera edad, como el Dr. Franco, que cuente sus experiencias de guerra, y que todos trabajemos por una cultura de paz.
"La idea es poder integrarnos a la comunidad que ellos ya tienen trabajada, poder interactuar con las herramientas que brinda este espacio, juntar las cosas que venimos haciendo me parece muy piola porque complementan a la concreción del ser, desde su intelecto, desde su forma particular de sentir, de ver y de comportarse".
Eduardo Travaglini, integrándose al trabajo del Equipo Juan de la Cruz, formó parte de este encuentro y expresó a Portal Uno Argentina "es una idea fundamental que surge para tratar de lograr dentro de las comunidades vínculos que no tengan violencia, generar comunidades que se relacionen sustentablemente viviendo en paz. Y lo que descubrimos es que muchas veces nuestras relaciones son mas de guerra, de violencia y esto lo que quiere es lograr estos vínculos, estos puentes, relacionarse y tener elementos -sobre todo para los chicos- para que en su vida puedan relacionarse de esta forma, no violentamente".
Finalmente, Carlos Vivas, presidente de la entidad anfitriona, destacó el objetivo del Centro diciendo que "principalmente es la integración de la institución con el resto de la comunidad brindando actividades recreativas, y lo fundamental es que tenemos una escuela primaria para adultos. Cuenta con 36 alumnos actualmente y funciona desde el año pasado. Tenemos alumnos de 16 a 74 años -dice con satisfacción-, incluso de otros colegios nos están mandando alumnos de otros colegios (alumnos de 16 años que ya no pueden estar en escuela común)".
Al ser consultado sobre cómo surge este espacio educativo formal en el Centro de Veteranos nos cuenta "Este colegio funcionaba en el Arsenal Esteban De Luca y cuando el servicio militar era obligatorio a los soldados que no tenían terminada la primaria se la hacían terminar. Hoy el sistema es distinto porque hoy son voluntarios y tienen que tener como mínimo la primaria hecha, entonces -la escuela- no tenía fundamento dentro del arsenal. Nosotros nos enteramos de esto, nos agradó la idea de tener al escuela acá, fuimos a hablar con ellos, les mostramos lo poco que podíamos mostrarle y pudimos rescatarla y hoy está funcionando en nuestras instalaciones. Los títulos son oficiales, funciona con precariedad pero funciona con mucho amor, con mucho cariño".
En un sábado especial en que millones de personas en el mundo rezan, aguardan y saben que del intenso dolor y de la muerte, sobreviene la vida -y la vida nueva- este encuentro con hombres y mujeres que ponen en marcha el amor en comunidad, aquí en San Isidro, ha sido una buena forma de vivir esta jornada de vigilia.
