La Legislatura de la Provincia de Buenos Aires aprobó una ley que prohíbe el uso de celulares en las aulas de las escuelas primarias, una medida que responde a las sugerencias de especialistas que hace tiempo cuestionan el uso de dispositivos por parte de los menores.
El proyecto fue impulsado por los senadores Emmanuel González Santalla y Lorena Mandagarán y establece que los alumnos de nivel primario de instituciones públicas y privadas no podrán usar pantallas en los establecimientos educativos, salvo que el personal docente lo solicite.
"Dimos un paso enorme para mejorar la calidad educativa de nuestros niños y niñas de la provincia de Buenos Aires y cuidar su salud mental, física y emocional", señaló el senador camporista González Santalla.
La reglamentación de la ley, requisito para su puesta en funcionamiento, está ahora en manos del Ejecutivo provincial, debe ocurrir en un plazo no mayor a 180 días. Si se reglamenta en término la norma regirá a partir del ciclo lectivo 2026.
Restricciones similares están en la Ciudad de Buenos Aires, Neuquén y Salta. Hubo una prohibición similar que hace 10 años canceló la gestión de Alejandro Finocchiaro.
La distracción y dependencia que producen los celulares es indiscutible, por lo que la medida dispuesta por los legisladores bonaerenses es valiosa y colabora con una mayor concentración de los niños en las escuelas. De todos modos es, apenas, eliminar un obstáculo en el aprendizaje. A eso corresponde sumarle planes de estudio y estrategias educativas que permitan remontar el deterioro en la lectura y comprensión de textos, entre otros.
Los niños y jóvenes se ven expuestos a varios riesgos por usar celulares y otros dispositivos, como apuestas virtuales y ludopatía, abusos, aislamiento social y violencia, además de problemas físicos y conductuales varios.