Así se está expresando Javier G. Milei (54) y su gobierno mediante el veto total contra las leyes N° 27.791, 27.792 y 27.793 que aprobó el Congreso para acercar unas tímidas mejoras a los haberes jubilatorios, mantener las moratorias previsionales y paliar la dramática situación que viven las personas con discapacidad, sus familias y prestadores. El presidente carece de sanos criterios que le permitan ver más allá de sus números y cálculos, que son tan oscilantes como alguna de las consignas que ha dicho defender.
Hubo un tiempo cercano en el que Milei decía públicamente que el Fondo Monetario Internacional era un organismo perverso y que no recurriría a él por dinero porque tomar préstamos es financiar aventuras de hoy para hacérselas pagar con impuestoas a las generaciones futuras. Lo que era y es una indudable verdad.
También declaró en reiteradas ocasiones que no haría “negocios con ningún comunista”, entre ellos China, Rusia y Brasil. Por aquel tiempo, desencajado en un estudio de televisión, también lanzó brutales descalificaciones hacia el Papa de ese momento.
Habló pestes de Luis Caputo acusándolo de ser lo peor y trocó en su principal admirador público. Le lanzó toda clase de ataques a Patricia Bullrich y fue capaz de ponerla en un lugar de relieve de su gabinete. Aseguró que el costo de todo lo que debía hacerse para revertir el desastre que dejaban gobiernos anteriores lo pagaría “la casta” y fue precisamente esa volátil cofradía la que sumó al riñón de su gestión.
Muchos escucharon que estaba en contra del aborto y que iría contra la ley que, desde Enero de 2021, mata cerca de 500 niños por día. Por esa razón, quienes deseaban fervientemente que el genocidio se detenga lo votaron. Si bien el gobierno nacional dejó de comprar y enviar a las provincias drogas abortivas, las gobernaciones y la C.A.B.A. decidieron compra por su cuenta y mantienen su compromiso con la muerte del indefenso. El gobierno de Milei en Mayo de 2024 aseguró que jamás había prometido derogar la ley 27.610 y que no estaba en su agenda de gobierno trabajar por ello. Será por eso que no eliminó la resolución (no es una ley) que permite la compra sin receta de la “píldora del día después”.
Milei, el que dijo que despreciaba a sus padres y que aún no formó familia, el que cree en el transhumanismo, el que no respeta a la bandera argentina pero agita con orgullo la de Israel, el que metió al país en una disputa internacional de medio oriente (que ojalá no nos traiga más problemas), el que llama "hijo" a su perro, acaba de demostrar que las personas con discapacidad y los ancianos no le importan ni siquiera un poco.
Milei, el que tajantemente decía que no haría transacciones con comunistas, a poco de comenzar su gobierno, salió a negociar con China y a saludarse complacido con Xi Jinping (72), el ingeniero presidente de aquel país y secretario general del Comité Central del Partido Comunista.
El economista que jamás gobernó un municipio, un club y mucho menos una provincia, siempre afecto al desborde, al insulto y la descalificación a quien se atreva a pensar distinto (sea político, sindicalista, empresario, actor, periodista o simple ciudadano), es quien piensa en tener más poder con legislaturas afines y llegar a gobernar hasta 2031. Como un animal enardecido que ya no ve dónde clava sus colmillos, es capaz de atacar una sombra o un niño. Paradójicamente, cuando el medio ambiente le es propicio (Neura, con Alejandro Fantino) balbucea, farfulla y tartamudea a sus anchas y hasta parece inofensivo.
¿Estos comentarios sugieren que sus opositores son mejores y merecen ser elegidos y promovidos? NO, claramente no. Pero es serio pensar que aún sin cantidad suficiente de legisladores propios ha conseguido arremeter sin piedad con aspectos fundamentales de la sociedad, como la construcción y mantenimiento de rutas o el sostenimiento de hospitales. Los recortes presupuestarios despiadados del gobierno de Milei sólo tienen un fin: satisfacer la voracidad de los organismos de crédito que, como es sabido, odian la familia, odian a la mujer, odian a la vida más indefensa, odian a los ancianos. Odian la independencia, la protección de la economía y ambicionan todas y cada una de las riquezas de la Argentina.
En los próximos comicios, como ha venido sucediendo en muchos de los pasados, habrá muchos ciudadanos que no van a ir a votar o que votarán en blanco, lo que hará que cada voto positivo (a cualquier candidato real) tenga más valor porcentual.
Es importante que cada votante consciente tenga en cuenta que además de Francos, Sturzenegger, Pettovello, Lugones, Bullrich, Cúneo Libarona, Caputo, Petri y Werthein, que apoyan las decisiones de Javier Milei, hay diputados y senadores que le dieron facultades, que le aprobaron leyes y convalidaron vetos.
El buen observador sabrá descubrir que hay hombres y mujeres en la política que, claramente, les molesta ser criticados o cuestionados, incluso por personas capacitadas y bien intencionadas. Son gobernantes que hablan de democracia, pero que en su fuero interno desean fervientemente ser emperadores, para disponer de todo sin que nadie se atreva a oponerse.
En el mismo sentido, vale recordar que el mal menor, siempre es mal y, circunstancialmente, es menor. Sólo es cuestión de apuntarlo y, tal vez en breve, ya tenga otras dimensiones.
Elegir el mal, nunca es bueno.
-> Alberto Mora
