Una obra de m...
Se presenta en un teatro de la calle Corrientes en la ciudad de Buenos Aires una obra de teatro que se promueve como una "comedia" con la actriz Verónica Llinás (64) que propone reírse de todo (todo el tiempo) y "sin ser cancelado".
En una muestra más de la obsesión que tienen algunos con la fe católica, Gustavo Yankelevich (75) se lanzó a producir el guion del español Markos Goikolea Unzalu que lleva por título original "Nunca he estado en Dublin" poniéndole "Una Navidad de M…" (N. de la R.: evitamos publicar groserías e insultos, aunque sean proferidos por otros).
El productor Yankelevich también se ocupó de contratar a Verónica Llinás y a Gustavo Ariel "Peto" Menahem para la dirección y a los actores Alejo García Pintos (58), Anita Gutiérrez (40) y Tomás Fonzi (43), para ponerle el cuerpo a la historia en el escenario.
Presentado como un "valetodo" que busca mofarse de elementos propios de la religión y de quienes no tengan la cabeza "abierta" a los desatinos de la ideología de género, la obrita tiene una ambientación simple, tal vez irrelevante, si no fuera por el árbol de Navidad (que no está en la obra original que se presentó en España).
Como es esperable, los medios de prensa, los periodistas dedicados al espectáculo, presentan "Una navidad de m…" como una puesta desopilante, genial, de buen ritmo y se desarman en elogios hacia Llinás, la feroz militante del derecho a matar niños antes de nacer como actriz de comedia. El resto del elenco y realizadores, obviamente, sostienen los mismos parámetros de burla a la fe, odio a la vida y a la familia en su diseño original.
Así, el berretizado mundo del espectáculo y de los medios más consumidos, hacen nuevamente un culto del mal gusto para atacar las estructuras de la sociedad. Les molesta lo que la fe promueve, aborrecen lo que la decencia defiende, atacan una y otra vez aquello que vale y trasciende. Son, sin muchas dudas, soldados de la violencia, de la destrucción, de los antivalores.
Esta pieza teatral es el recurso del autor, del productor, los directores y actores para presentar palabras y reacciones consideradas como políticamente incorrectas. Y se atreven a asegurar que los "pacatos" no se ríen públicamente de estas burlas a las cosas importantes, pero sí lo hacen privadamente. Algo similar a lo que sucede cuando alguien se atreve a criticar el estilo de vida homosexual o la sana diversión.
"Una navidad de m…" un matrimonio que integran Blanca (Llinás) e Ignacio (García Pintos) junto a su hijo, Martín (Fonzi), están listos para recibir a Elena (Gutiérrez), la hija que no ven hace tres años, radicada en Londres y en yunta con una mujer.
Esta rastrera historia podía tener cualquier marco, podía suceder en cualquier momento del año, pero al autor le pareció bueno hacer su contribución para desacreditar la noche más importante para la cristiandad. Y al judío productor argentino eso le pareció poco e hizo su aporte en el título y la ambientación para ofrecer "una obra de m…".
-> Alberto Mora
