El papa Francisco falleció este lunes a los 88 años, según anunció el cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo del Vaticano. La Santa Sede lo hizo público a las 9.52 con un comunicado:
"Queridos hermanos y hermanas, con profundo dolor debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de esta mañana el obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre. Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia. Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente en favor de los más pobres y marginados. Con inmensa gratitud por su ejemplo de verdadero discípulo del Señor Jesús, encomendamos el alma del Papa Francisco al infinito amor misericordioso del Dios Uno y Trino'".
Francisco salió del hospital el 28 de Marzo tras una hospitalización de 37 días por una neumonía, y apareció en público por última vez el domingo de Pascua en la plaza de San Pedro, para dar la tradicional bendición Urbi et orbi.
La Iglesia sin pontífice
A partir de este momento, la sede queda vacante, y así permanecerá hasta que se elija a su sucesor en un cónclave.
El procedimiento de confirmación del fallecimiento comenzó con el rito tradicional llevado a cabo por el Camarlengo, quien pronunció tres veces el nombre de bautismo del Papa. Ante la ausencia de respuesta, se declaró oficialmente su fallecimiento.
Como dicta la tradición, el anillo del Pescador, símbolo de la autoridad papal, fue destruido en presencia de testigos para evitar cualquier uso indebido. Además, el apartamento papal ha sido sellado conforme y se ha iniciado el proceso formal de organización de las exequias.
Las ceremonias fúnebres seguirán las disposiciones revisadas en la segunda edición del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, reformas impulsadas por Francisco durante su pontificado. El cuerpo será expuesto en la Basílica de San Pedro, donde permanecerá durante 3 días para que los fieles puedan mostrar sus condolencias.
El Papa Francisco será sepultado en un único ataúd de madera, rompiendo con la costumbre de los tres féretros sucesivos de ciprés, plomo y nogal que se utilizaban en los Pontífices. Su deseo era ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, lugar al que acudía cada vez que hacía un viaje apostólico.
La misa de requiem será presidida por el decano del Colegio de Cardenales y se espera la asistencia de líderes políticos, dignatarios internacionales y representantes de otras confesiones religiosas.
Finalizadas las exequias, se celebrarán los Novemdiales, nueve días consecutivos de misas en la Basílica de San Pedro. Estas celebraciones, presididas por distintos cardenales, tienen el propósito de rezar por el alma del pontífice y preparar espiritualmente a la Iglesia para el próximo cónclave.
Papel del Camarlengo y gobierno temporal de la Iglesia
Durante el periodo de sede vacante, el Colegio de Cardenales asume la responsabilidad del gobierno temporal de la Iglesia, aunque con poderes limitados. El Camarlengo será el encargado de administrar los asuntos ordinarios del Vaticano, gestionando las funciones cotidianas sin tomar decisiones que puedan comprometer la autoridad del próximo pontífice. No se tomarán decisiones doctrinales ni se realizarán nombramientos de importancia hasta que se elija al nuevo Papa.
Los prefectos de los dicasterios vaticanos cesan sus funciones de manera automática con la muerte del pontífice, salvo el Penitenciario Mayor, quien continuará ejerciendo su cargo para atender cuestiones relacionadas con la absolución de pecados graves hasta la elección del nuevo líder de la Iglesia Católica.
Biografía de Jorge Mario Bergoglio
Habia nacido en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, en el seno de una familia católica.
Estudió en la escuela secundaria industrial "Hipólito Yrigoyen", en la que se graduó como técnico químico y trabajó en el laboratorio Hickethier-Bachmann, realizando análisis bromatológicos destinados a controlar la higiene de productos alimenticios, aunque ya en esa época sentía una fuerte vocación religiosa.
En 1957, con 21 años, decidió convertirse en sacerdote, por ello ingresó en el seminario del barrio Villa Devoto y en el noviciado de la Compañía de Jesús. Después de 2 años culminó sus estudios en el juniorado Jesuita de Santiago de Chile, donde ingresó al curso de Ciencias Clásicas y profundizó sus estudios de historia, literatura, latín y griego.
Hasta 1966 fue profesor de Literatura y Psicología en el Colegio de la Inmaculada de Santa Fe. Ya en ese año, tanto Jorge Bergoglio como varios jesuitas de la Universidad del Salvador, eran directores espirituales de los jóvenes integrantes católicos que ingresaron a la agrupación juvenil peronista Guardia de Hierro después de la Noche de los Bastones Largos.
Entre 1967 y 1970 cursó estudios de teología en la Facultad de Teología del Colegio Máximo de San José, en el Partido de San Miguel. Allí recibió las enseñanzas del teólogo jesuita Juan Carlos Scannone, fundador de la Filosofía de la liberación y de la Teología del pueblo (corriente autónoma argentina de la Teología de la liberación), que influirán profundamente en su pensamiento.
Casi a sus 33 años de edad fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969.
Después de una gran actividad como sacerdote y profesor de teología, fue consagrado obispo titular de Oca el 20 de mayo de 1992. De esta forma pudo ejercer como uno de los obispos auxiliares de Buenos Aires.
Fue consagrado obispo el 27 de junio de 1992 en la catedral de Buenos Aires.
Francisco fue designado arzobispo coadjutor en la Arquidiócesis de Buenos Aires el 3 de junio de 1997, hasta que su precedesor falleció y entonces lo sucedió en el cargo de arzobispo de Buenos Aires el 28 de febrero de 1998, cargo que lleva añadido el título de primado de la Argentina y el de gran canciller de la Universidad Católica Argentina. El 6 de noviembre de 1998 fue nombrado también ordinario para los fieles orientales desprovistos de un ordinario de su propio rito en Argentina.
Durante el consistorio del 21 de febrero de 2001, Juan Pablo II lo creó cardenal con el titulus de San Roberto Belarmino.
Como cardenal formó parte de la Comisión para América Latina, la Congregación para el Clero, el Pontificio Consejo para la Familia, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el Consejo Ordinario de la Secretaría General para el Sínodo de los Obispos y la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
Por ser arzobispo de Buenos Aires también era miembro de la Conferencia Episcopal Argentina, de la que fue presidente en dos períodos consecutivos desde noviembre de 2005 hasta noviembre de 2011.
Antes de ser elegido papa, presentó su renuncia como arzobispo al cumplir los 75 años, con la pretensión de jubilarse una vez fuese nombrado su sucesor y retirarse a un hogar para los sacerdotes mayores o enfermos.