[2005] - Hace algo más de 12 años, el sacerdote Patricio Di Nucci comenzó a trazar el bosquejo de una historia de amor ejemplar. Esos primeros pasos fueron orientados a asistir socialmente las necesidades inmediatas de madres y chicos necesitados.
Con el curso de los años, esa intensa labor humana se materializó en lo que hoy es Santa Rafaela María Fundación, de Beccar, que cuenta con tres pilares fundamentales, que son los hogares "El Portal de Belén" y "El Barrilete", que son complementados por el "Taller Escuela Juan di Martino" destinado a ayudar a chicos con problemas de aprendizaje.
"Nuestro objetivo es ayudar a los que, inocentemente, se han visto privados de lo que la mayoría posee por derecho natural: la familia". Esta frase de Patricio Di Nucci (que abandonó el sacerdocio), es de alguna manera, el lev motiv de su trabajo cotidiano.
Con gran esfuerzo, este hombre de fe, sabio, inteligente y atento a las necesidades de la comunidad que lo rodea, edificó, a través de un arduo trabajo, una obra de amor tan fuerte y humana, que tal vez ni él mismo imagine la dimensión y la importancia que ha tomado ese anhelo, que supo tener a fines de los ’80, y que hoy se ha transformado en lo que es Santa María Rafaela Fundación, un lugar en dónde es posible soñar con un mundo mejor, un lugar, que irradia una energía especial producto del amor que dan y reciben a diario, sus pequeños e inquietos habitantes.
"El problema de los chicos de la calle –reflexiona Di Nucci- no comienza cuando el semáforo se pone en rojo ni termina cuando la luz nos da verde. En la Argentina, según un informe de Unicef, en el año 1991 había 24.000 chicos de la calle, hoy esa cifra ha aumentado considerablemente, en consecuencia no hay que lamentarse, sino que hay que hacer algo, hay que pensar que esto ya no se trata de un problema de unos pocos, sino que nos afecta a todos como sociedad. Porque cuando nos preguntamos como será el hombre del futuro no tendremos más que mirar cómo tratamos a la niñez hoy, por eso es necesario invertir en personas esa es la clave".
Qué mejor presentación para Patricio que sus propias palabras, tan claras, elocuentes y ciertas, producto de compartir la angustia y el sufrimiento con niños que ya han visto y vivido suficiente, como para saber que la vida no es, al menos para ellos, un jardín de rosas.
Santa María Rafaela Fundación, funciona en Beccar. Allí dio sus primeros pasos el taller escuela, destinado a nivelar chicos que no están en condiciones de seguir la escolaridad regular. En este barrio también se erigió el Hogar "El Portal de Belén", que alberga a 20 niños de 3 a 10 años y el hogar "El Barrilete", que resguarda a 8 chicos, más grandes, que fueron los primeros en llegar a la obra de Patricio Di Nucci.
Un párrafo a parte merece el cuerpo de voluntarios que asiste todas las semanas a la Fundación, para colaborar de distintas maneras. Al respecto el creador de la obra detalla: "Los voluntarios son gente maravillosa que nos acompañan y ponen el hombro en este trabajo. Actualmente tenemos casi 30 voluntarios, algunos nos ayudan con su auto a llevar a los chicos al médico o a realizar sus tratamientos psicológicos, otros que son padrinos, autorizados por el juez, los llevan a pasear los fines de semana, o los llevan de vacaciones, como este año que un grupo de hermanitos se fue son sus padrinos a la costa; otros dan apoyo escolar o talleres dentro de la institución, siempre nos hacen falta más voluntarios son muy importantes para nosotros, forman parte de este trabajo de contención y recuperación de los chicos".