Caprichosamente y motivados por un entusiasmo algo ingenuo, en 2019 se promovió que el 8 de Agosto sea el Día Internacional de Accion por las Dos Vidas.
Los que trabajamos de muchas formas para evitar que en 2018 se aprobara la legalización del aborto, celebramos, claro está, aquella circunstancial victoria de las 2:55 del 9 de Agosto, cuando el Senado rechazó el proyecto en la sesión iniciada el día anterior.
En ese momento de júbilo tal vez no fuimos muchos los que pensamos que se trataba de un episodio fugaz.
No importarían ya las reuniones, las marchas, las firmas, los correos electrónicos, las banderas y todo el esfuerzo: Una derrota en el Congreso no iba a desalentar ni diez minutos al gobierno nacional de ese momento en manos de Mauricio Macri, ni a los diputados y senadores promuerte, ni a los organismos internacionales que financiaron la campaña verde.
Todos comenzarían a trabajar al día siguiente para imponer aquella locura de facilitar que una mujer pudiera pedir la muerte de su hijo, de que los médicos que estudiaron para salvar vidas debieran ocuparse de cegarlas, de que el Estado dejara de velar por la constitucional protección de los argentinos desde la concepción, promoviendo categorías de personas: las que tienen y las que no tienen derecho a vivir.
Aquella pasajera victoria dada por sólo 7 votos a favor de la vida, relajó a unos cuantos que no pensaron en lo rápido que habría un nuevo proyecto de legalización del aborto, algo que sucedió y, a pesar de marchas y otras acciones menos intensas, concluyó con la sanción del genocidio legal en medio de las restricciones por el SARS-Cov2.
Previo a ello, Alberto Fernández ya había impulsado otro protocolo de abortos "no punibles" que rápidamente la mayoría oficialista de Juntos por el Cambio en la legislatura aprobó para aplicar en la C.A.B.A. gobernada por el "celeste" Rodríguez Larreta.
En el primer semestre de 2021 en la Capital de la Argentina se abortaron 23 niños por día. Los datos de 2022 elevan ese promedio a 27 (9.855 argentinos asesinados antes de nacer al año).
En los 935 días trascurridos entre la promulgación de la ley Nº 27.610 y esta efeméride se pueden calcular (sobre el promedio de 2022) en más de 340.000 los abortos realizados en hospitales y centros de atención primaria, a los que debería adicionársele los que ocurrieron en el sistema privado (sin datos).
Es verdad que los fanáticos de un club de fútbol se alegran en los aniversarios de las victorias que pasaron, aunque hoy estén últimos en la tabla, pero un juego se trata de algo mucho menos importante que la defensa de la vida de niños y madres.
Siguiendo la comparación, la Argentina ganó una copa en 2018 y eso fue aplaudido por muchos militantes provida en el mundo, al punto de tomarnos como ejemplo de tenacidad.
Pero dos años después perdió por escándalo (con trampas, por supuesto) y hoy 265 abortos diarios y un movimiento provida con fisuras y falto de vitaminas no nos muestran un horizonte menos dramático.
Es bueno pensar en el “contagio” de lo sucedido en E.U.A. con la caída del fallo "Wade vs. Roe", pero a eso no se llegó por casualidad: fueron casi 40 años de TRABAJO coronados por una acción inteligente que conformó una Suprema Corte provida.
Habrá un momento para celebrar a lo grande cuando se pueda frenar esta brutal matanza diaria de argentinos indefensos e inocentes.
Y a eso se llegará, si Dios quiere, cuando haya muchos más estremecidos con los 265 abortos por día y trabajen cada minuto para evitar que una mujer vaya a pedir la muerte de su hijo a un hospital o a la farmacia.
-> Alberto Mora
