[2005] - Esto aseguran los integrantes de la Fundación Apostar a la Vida, entidad que surgió a partir de la creación de un Grupo Psicoterapéutico para pacientes con cáncer que fundaron en 1993 la Dra. Silvia Garsd (especialista en psico-oncología) y Hugo Basílico (paciente oncológico recuperado).
La creación surgió para responder a la necesidad producida por el desamparo psicológico en que se encuentra el enfermo de cáncer una vez que sabe su diagnóstico. Esta es una entidad de bien público sin fines de lucro que no responde a ninguna ideología preestablecida. Lo que hacen es estimular la medicina tradicional complementando su accionar desde el programa de salud mental que desarrollan desde la Fundación. Entre otros lugares desarrollan su tarea en el Hospital Central de San Isidro.
Nada vuelve a ser igual en la vida de una persona cuando se entera que padece una enfermedad oncológica, ya que cuando recibe el diagnóstico, es casi inevitable que su espíritu esté dominado por el miedo a la muerte, a las mutilaciones, a la pérdida de fuerzas morales, al deterioro psicofísico o al abandono de toda actividad desarrollada habitualmente.
La Dra. Silvia Garsd, es la presidente de la Fundación y en cuanto a la filosofía de trabajo del grupo explicó a Portal Uno Argentina: "La conjunción de la medicina, con su impresionante avance y de la psicología que se aplica en el grupo psicoterapéutico, nos demuestra que "la vida se impuso", reduciendo drásticamente el índice de mortalidad entre los concurrentes. Con una concurrencia de casi mil pacientes mensuales a las reuniones grupales, logramos un excelente estado anímico, la gente goza y disfruta, por elección, de una vida sana y útil que refuerza su sistema inmunológico. Pero acá no existen milagros, sí un intenso y cotidiano trabajo de cada uno en pro de un bienestar anímico y un equilibrio que, sin duda, favorece a su salud y por ende al organismo", asegura con convicción la entrevistada.
El modelo de trabajo es de contención, reflexión y cambio. El objetivo fundamental es el de funcionar como grupo psicoterapéutico abierto a todo enfermo oncológico que se encuentre en etapa de diagnóstico precoz y tratamiento o de recuperación, la idea es promover la prevención. Desde la Fundación se busca estimular el desarrollo de la investigación científica a través del sistema de becas (Curso de Auxiliar en psico-oncología ), además cuentan con una biblioteca especializada y propician el intercambio de información con centros de investigaciones.
El presidente de Apostar a la Vida fue durante más de 10 años -hasta que falleció recientemente- Hugo Basílico, quien alguna vez manifestó: "Soy paciente oncológico, estuve gravísimo, me daban como mucho 6 meses de vida (cáncer de pulmón y linfoma). En ese momento sentí que me moría teniendo entonces 42 años, que mis proyectos quedaban truncos. Miedo, dolor y angustia me acosaban día y noche. Pero en un momento comprendí que debía luchar, soportar tratamientos muy duros y así lo hice: 58 quimioterapias, rayos X, autotransplante de médula ósea, 24 transfusiones de sangre, otro tanto de plaquetas, etc. Gran cantidad de secuelas son mis medallas de guerra".
Cuando a una persona le diagnostican cáncer, se siente en un total desamparo y el miedo se va apoderando de todo su ser. Cuando llega al grupo, comparte sus vivencias con los pares. Muchos de ellos son pacientes que han recuperado su salud mental y que ahora ejercen un voluntariado con total compromiso, así al nuevo integrante lo contienen y lo ponen de pie; logrando que este comience a actuar con total convencimiento que sí, entendiendo que se puede, que su lucha no es estéril.
"Desde mi humilde condición –reflexionó Hugo- decidí ayudar a otros, a quienes mi experiencia les aportaría algo de alivio frente al camino, que les tocará transitar. De esta manera, también me ayudo a mí mismo. Supe y así lo transmito que "donde hay vida, hay lucha por la vida", que el cáncer puede ser curable, que no es un castigo, es una enfermedad que a mí particularmente me hizo crecer y engrandecer mi espíritu".
La fuerza y el tesón de Hugo Basílico y del resto de la Fundación están vigentes y han logrado mejorar la vida de muchos a lo largo de nuestro país.
autotransplante de médula ósea, 24 transfusiones de sangre, otro tanto de plaquetas, etc. Gran cantidad de secuelas son mis medallas de guerra".
