Padre de 6 hijos y con una compañera incondicional, Natalia, se formo en la Marina, realizo diversas actividades, fue ejecutivo de la empresa Rigoleau, pero en el 2001, algo cambio el rumbo de su vida para siempre y también el de la comunidad de la Villa La Cava

Movilizado por la situación social producida por la Crisis del 2001, fue generando espacios de participación dentro de la Pastoral Social de la Diócesis de San Isidro como el grupo de Tejido Social, el proyecto Nueva Vida, de Habitante a Ciudadano y tuvo una activa participación como asesor de Caritas Diocesana.

Un día se acerco a la Cava preocupado por la desigualdad y la pobreza que padecían sus vecinos más próximos y junto al Padre Aníbal Filippini, proyectaron una utopía que pronto tendría frutos abundantes

Casa de Galilea se transformo poco a poco en el Centro de Desarrollo familiar  y ofreció sus primeros programas : Estimulación Temprana y el apoyo escolar  con aprendizaje en valores y arte. Allí muchas familias de la Cava encontraron un lugar y descubrieron  que podían ser protagonistas de un cambio significativo en sus vidas

Pero para Alejo la reconstrucción del tejido Social era su mayor desafío y tenía la certeza de que solo con los  vecinos de San Isidro era posible.

Por lo cual impulso de diversas formas la convocatoria e invito a todos a transformar la realidad y fortalecer los vínculos por medio de un proyecto solidario y comunitario.

Pronto se constituyo la Asociación Amigos de Casa de Galilea representada por un grupo de empresarios, profesionales de San Isidro que se transformaron en los primeros lazos de una trama social que incluye a todos y protege a los más desfavorecidos, mas tarde se sumarian empresas, fundaciones, instituciones  etc.

Alejo Fernández Moujan fue un verdadero líder social, marco un camino e invito a todos a ser parte de un cambio de paradigma, en la Comunidad de San Isidro.