El Papa Pío XII instituyó en 1954 el día de San José Obrero porque la dignidad del trabajo estaba siendo distorsionada por el comunismo.
La Unión Soviética se proclamó defensora de los trabajadores, utilizando el 1 de Mayo para exaltar el comunismo y desfilar su poderío militar. Incluso puede haber habido alguna motivación del mensaje de Fátima en 1917, ya que la Virgen habló de los errores de Rusia que infectarían al mundo si no se detenían, y tanto María como José aparecieron a los niños en la última aparición del 13 de Octubre de ese año.
Como carpintero, San José trabajó muy duro y fue quien enseñó su profesión a Jesús. Su trabajo manual fue difícil, y es un gran ejemplo para todos en el trabajo diario.
El Día Internacional de los Trabajadores es la conmemoración establecida por el movimiento socialista que encontró en lo sucedido en 1886 en Chicago (E.U.A.) un argumento fuerte para sus fines ideológicos.
En ese año un paro laboral de 200.000 personas, la feroz pelea con los que no participaban de la huelga, los sangrientos enfrentamientos con la policía y la condena a muerte de cinco sindicalistas anarquistas (los alemanes George Engel, Adolph Fischer, August Vincent Theodore Spies, Louis Lingg y el estadounidense Albert Parsons) y a prisión de otros tres (el inglés Samuel Fielden, el alemán Michael Schwab y el estadounidense Oscar Neebe) a los que responsabilizó por lo sucedido, terminó por ser un episodio hábilmente utilizado por el comunismo.
La jornada de 8 horas había sido dispuesta por el presidente Andrew Johnson (el sucesor de Abraham Lincoln) en 1868, pero no se aplicaba siempre.
Si bien en esta fecha circulan saludos para todos los que trabajan sin distinción de profesión, muchos mantienen la mirada recortada que considera "trabajador" al asalariado y no al dueño de un comercio o a los empresarios que, sin dudas, trabajan y son parte del complejo mecanismo de la economía y la dinámica social de un país.
El trabajo, independiente o en relación de dependencia, constituye una oportunidad de desarrollo individual y comunitario que merece ser protegido y estimulado, ya que es la forma en que se sostienen las familias, expresión básica y fundamental de la sociedad.
[Imagen: "Infancia de Cristo", de Gerrit van Honthorst, 1620]