El 19 de Abril de 1825 desembarcaron en las costas de La Agraciada (Uruguay) 33 hombres que habían partido en la medianoche del día 15 de Puerto Sánchez (Beccar) en un lanchón a las órdenes del coronel Juan Antonio Pérez de Lavalleja de la Torre. El objetivo estaba claro: liberar aquellas tierras del yugo del imperio brasileño.
Aunque la tradición dice que fueron 33 los orientales, lo cierto es que sólo 25 lo eran: Juan Antonio Pérez de Lavalleja de la Torre (jefe de la cruzada libertadora), los mayores Manuel Oribe, Pablo Zufriategui, los capitanes Manuel Lavalleja (hermano del jefe de la expedición), Manuel Freire, Jacinto Trápani y Gregorio Sanabria, los tenientes Manuel Meléndez, Atanasio Sierra y Santiago Gadea (emparentado con el general José Gervasio Artigas), el alférez PantaleónArtigas (sobrino carnal del general Artigas), el cadete Andrés Spikerman y su hermano el sargento Juan Spikerman, el cabo 1º CeledonioRojas, el baqueano Andrés Cheveste y los soldados Juan Carmelo Colman, Santiago Nievas, Juan Rosas, Norberto Ortiz, Juan Arteaga (quien posteriormente intervendrá en la célebre batalla de Ituzaingó donde encontrará la muerte), Dionisio Oribe (negro esclavo, asistente del mayor Manuel Oribe) y Joaquín Artigas (otro negro esclavo, asistente del alférez Pantaleón Artigas).
Eran parte de los 33, pero no eran orientales, Simón del Pino (nacido en Córdoba y vecino de Canelones), Miguel Martínez (procedente de las islas del Paraná), Tiburcio Gómez (nacido en San Fernando), Ignacio Núñez (indio de Buenos Aires, que morirá en acción heroica 20 días después del desembarco), Juan Acosta (nacido en Las Conchas y vecino de San Isidro), José Leguizamón, Francisco Romero y Luciano Romero (procedentes de las islas del Paraná).
Con gran sigilo navegaron por el río Capitán, cruzando el Paraná de las Palmas, tomando el Chaná hasta la costa del Miní para llegar al Guazú.
Aquellos valientes armados con unos pocos sables y algunos fusiles cortos tomaron la posta de José Gervasio de Artigas que había resistido sin éxito desde hacía 5 años.
El 17 de Abril llegaron a Punta Carbón donde en una isla de las inmediaciones los esperaba otro contingente de libertadores que, a las órdenes de Manuel Oribe, también había partido de San Isidro el 1 de Abril, para concentrarse según sus planes en aquellos parajes.
En aquel lugar esperaron la señal convenida que, mediante fogatas, les harían los hermanos Manuel y Laureano Ruiz desde la boca del arroyo Sauce en la orilla oriental.
Así fue, que el 18 recibieron la esperada señal y los dos lanchones partieron con sus 33 tripulantes, eludiendo milagrosamente la inesperada presencia de una escuadrilla brasileña capitaneada por la nave "Rey Pedro".
Estos cruzados escucharon a su jefe Juan Antonio de Lavalleja cuando les dijo: "Amigos, estamos en nuestra patria. Dios ayudará nuestros esfuerzos y si hemos de morir, moriremos como buenos orientales en nuestra propia tierra".
Y así iniciaron la marcha sobre Montevideo, sublevando a la campaña oriental que, a su paso, se unía a la expedición que partió de San Isidro.
A la entrada triunfal a Soriano, Lavalleja sentenció: "Viva la Patria argentinos-orientales. Llegó el momento de redimir nuestra amada patria de la ignominiosa esclavitud con que ha gemido por tantos años, y elevarla con nuestro esfuerzo al puesto eminente que le reserve el destino entre los pueblos libres del Nuevo Mundo. El grito heroico de libertad retumba ya por nuestros dilatados campos".
El famoso cuadro de Juan Manuel Blanes "El juramento de los Treinta y Tres Orientales" -pintado 50 años después-, representa de modo cabal aquel momento histórico en la vecina orilla.
El 25 de Agosto de 1825 se produjo la Declaratoria de la Independencia, como continuación de la gesta de aquellos 33 hombres.
Catorce diputados presididos por el presbítero Juan Francisco Larrobla fueron enviados por los cabildos conformando la Honorable Sala de Representantes de la Provincia Oriental que aprobó las "Leyes de la Florida" o "Leyes fundamentales de 1825":
Ley de Independencia: con respecto al Imperio del Brasil, Portugal y cualquier otro poder extranjero.
Ley de Unión: de la Provincia Oriental a las otras Provincias Unidas del Río de la Plata.
Ley de Pabellón: que estableció como pabellón de la Provincia Oriental la tricolor (azul, blanca y roja) hasta tanto las demás provincias aceptaran la incorporación de la Provincia Oriental, momento a partir del cual se utilizaría la bandera de las Provincias Unidas del Río de la Plata.