La Enfermedad de Chagas o tripanosomiasis americana es una afección parasitaria, sistémica, crónica, transmitida por vectores y causada por el protozoario Trypanosoma cruzi, un parásito transmitido por la vinchuca.
Se calcula que unas 25.000.000 de personas sufren sus consecuencias y que más de 100.000.000 están en riesgo de contagio.
En América la incidencia anual es de 28.000 casos son unos 6.000.000 los infectados y 12.000 muertes cada año.
En la Argentina se calcula que existen alrededor de 800.000 infectados y es Salta la provincia que tiene el porcentaje más alto de afectados. La mayor cantidad de nuevos casos de la Enfermedad de Chagas se produce antes de los 14 años, sobre todo en menores de 5 años.
Las vinchucas son insectos de hasta 3 cm que se alimentan de sangre y habitan principalmente en zonas rurales y suburbanas de Latinoamérica, desde el sur de EE.UU. hasta Tierra del Fuego.
Cuando una persona es picada por una vinchuca infectada, ésta se alimenta e inmediatamente defeca sobre la piel. Al rascarse, se provocan lesiones que facilita el ingreso del parásito al organismo. Cuando la persona es picada por otra vinchuca el parásito ingresa al insecto que podrá transmitir la enfermedad a otro individuo.
Como una mujer infectada puede transmitir la enfermedad a su hijo por nacer es fundamental realizar estudios diagnósticos a las embarazadas y los recién nacidos.
Además de la transmisión vectorial el contagio puede producirse por la transfusión sanguínea con sangre infectada, de la madre al hijo en gestación a través de la placenta, por transplante de órganos, por el consumo de alimentos contaminados mal cocidos, por compartir jeringas entre drogadictos y por mal manejo de la seguridad en laboratorios.
Las vinchucas suelen vivir en el interior de las viviendas, especialmente en las grietas de paredes y techos, donde se reproducen. Por eso, es habitual que mucha gente se infecte en su propia casa –en especial mientras duerme- ya que la vinchuca tiene hábitos nocturnos. Además, pueden refugiarse entre cajas de cartón, ropa acumulada, debajo de colchones, entre objetos en desuso, roja vieja y grietas. También habitan en enramadas, corrales, gallineros y leñeras.
La enfermedad NO SE TRANSMITE por estar en contacto con una persona enferma.
La evidencia demuestra que la detección y el suministro de tratamiento en niños infectados con la enfermedad de Chagas es fundamental: 9 de cada 10 niños tratados durante el primer año de vida se curan.
[Fuentes: Fundación de Lucha contra la Enfermedad de Chagas / Organización Panamericana de la Salud]