San Isidro, Buenos Aires | |

 

 

 

 

 

 

     
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La ola compradora de seres humanos no se detiene
   
La legislación en la Argentina es clara con respecto al alquiler de vientres y tiene sus justificadas razones para rechazarlo.

La ley Nº 26.994 de aprobación del Código Civil y Comercial excluyó la técnica de maternidad subrogada. Esa norma legal es clara al afirmar que la maternidad queda determinada por el parto, señalando en su artículo Nº 562  que los seres humanos SON HIJOS DE QUIEN LOS DIO A LUZ.

Lo que se conoce como maternidad subrogada -y que liviana e irresponsablemente se menciona cada vez más en los medios de comunicación- es un contrato que tiene por objeto que una mujer se comprometa a gestar a una persona por nacer, concebida previamente por técnicas de procreación artificial, y entregarla a los requirentes luego del parto. El objeto de ese contrato recae tanto en el "servicio" de gestar como en la obligación de entrega de la persona por nacer.

Se trata de un objeto CONTRARIO a la moral y las buenas costumbres (art. 279 Código Civil y Comercial) y en un objeto que AFECTA LA DIGNIDAD DE LA PERSONA, contradiciendo normas de orden público (Art. 279 Código Civil y Comercial).

Es por eso que se trata de un CONTRATO NULO y de nulidad absoluta (Art. 386 Código Civil y Comercial). Esa nulidad debe ser declarada de oficio, no puede ser exigible judicialmente, no puede ser confirmado y su nulidad es IMPRESCRIPTIBLE (Art. 387 Código Civil y Comercial).

Entre las normas que violentan el contrato de maternidad subrogada se encuentran las que buscan PRESERVAR LA RELACIÓN MADRE-HIJO, la pronta IDENTIFICACIÓN del recién nacido, la protección del DERECHO A LA IDENTIDAD y la prevención del TRÁFICO DE NIÑOS.

La ley 24.540 (1995) regula expresamente el régimen de identificación de los recién nacidos y se configura como una exigencia de orden público en nuestro país.

En la Ciudad de Buenos Aires, la ley Nº 1.226 crea "el Sistema de Identificación del Recién Nacido y de su Madre, de aplicación obligatoria en todo el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, el cual tendrá por objeto asegurar a las personas su legítimo derecho a la identidad así como garantizar la indemnidad del vínculo materno filial".

El nuevo Código Civil y Comercial PROHIBE CATEGÓRICAMENTE la entrega directa de niños al decir "Queda prohibida expresamente la entrega directa en guarda de niños, niñas y adolescentes mediante escritura pública o acto administrativo, así como la entrega directa en guarda otorgada por cualquiera de los progenitores u otros familiares del niño. La transgresión de la prohibición habilita al juez a separar al niño transitoria o definitivamente de su pretenso guardador, excepto que se compruebe judicialmente que la elección de los progenitores se funda en la existencia de un vínculo de parentesco, entre éstos y el o los pretensos guardadores del niño. Ni la guarda de hecho, ni los supuestos de guarda judicial o delegación del ejercicio de la responsabilidad parental deben ser considerados a los fines de la adopción".

NO HAY DUDAS sobre la prohibición, de tal modo que sería contradictorio admitir que por simple contrato se pacte la entrega directa de un niño, alegando como fundamento que se realiza con la intermediación técnica rentada de un centro de procreación artificial.

La maternidad subrogada se realiza fuera de todo control judicial. Incluso, el Código Civil y Comercial exige que una madre no dé en adopción a su hijo, sino luego de que hayan pasado al menos 45 DÍAS DESDE EL NACIMIENTO (Art. 607 inciso b).

Ricardo Fort, Roberto Trinidad (convertido en sus documentos en una "mujer" de nombre Florencia), Alejandro Wiebe (conocido bajo el apodo de Marley), Luciana Salazar, Flavio Mendoza y seguramente unos cuantos menos "famosos" encaprichados con la fantasía de tener un hijo a cualquier precio (literalmente) hace pensar en cómo la falta de conocimientos, de valores morales y un exceso de vanidad y de dinero pueden ponerse codo a codo contra la naturaleza y la dignidad.

El conductor televisivo Alejandro Wiebe muestra a su hijo Mirko (fruto de su semen, uno de los óvulos de una mujer y crecido en útero de otra) como un trofeo al cual piensa que tiene "derecho".

Ese trofeo crecerá rodeado de riquezas materiales y, seguramente de cariño, pero ya está privado de su madre. Los miles de dólares que gastó Wiebe en comprarlo hace recordar a los tiempos en que un terrateniente necesitaba mano de obra en sus campos y adquiría un grupo de esclavos negros sobrevivientes de un indigno viaje a través del oceano. El terrateniente, tal vez, era bueno y no le infligía castigos severos, pero eso no hacía noble la forma en que su trabajador había sido arrancado de su lugar y de su familia en el África.

¿Parece exagerada la comparación? ¿Por qué? ¿Acaso no hubo en el pasado un "empresario" que se ocupaba de "conseguir" buenos y fuertes esclavos para trabajar la tierra, como en el presente otro capaz de gestionar el "barco" (la mujer gestante) para que de un montón de seres humanos (los gestados) sobreviva el mejor para los fines del comprador?

Una empresa que comercializa seres humanos radicada en Los Ángeles (California) fue la contratada por el adinerado conductor de cerca de 50 años para que, luego de una multiestimulación ovárica de una mujer rusa, se insertara uno de los embriones en el útero de una mujer que vive en el norte de los EE.UU.

Mirko, el niño de Wiebe, es el que sobrevivió a la técnica utilizada. De los 14 óvulos fecundados -nuevos seres humanos- sólo uno "prosperó". Esa selección de laboratorio que el negocio de los vientres de alquiler busca ocultar, desdibujar o justificar, es parte de lo perverso de todo este fenómeno que muchos en el mundo rechazan.

La escasez de interés en los aspectos mas serios como el desprecio por la vida más indefensa, la pérdida de la identidad y la privación de su madre, demuestra que tanto la empresa estadounidense como sus clientes son socios de un negocio de manipulación y comercialización de seres humanos.

Lo natural, lo que la sabia naturaleza ha previsto, es que un hombre sea fértil la mayor parte del tiempo desde su pubertad hasta entrando en la ancianidad y que la mujer lo sea periódicamente hasta un poco más allá de las cuatro décadas de vida. Y que en la mayoría de los casos no son necesarios recursos farmacológicos para condicionar nacimientos. Y también es natural que hombres y mujeres gesten y protejan a su descendencia, que tanto necesita de uno como de otro. Y así ha sido el mundo desde sus orígenes.

Intentar "naturalizar" estas prácticas de mercantilización, abuso, muerte y condicionamiento de la identidad (impulsado o justificado por la industria médica y farmacológica), no es algo bueno en cuanto transforma a las personas en OBJETOS de compra, venta o alquiler.


"Estoy contra el comercio de bebés"

La feminista y homosexual Marie-Josèphe Bonnet señaló en una entrevista de Le Berry Républicain señaló "Estoy contra el comercio de bebés, contra la mercantilización del cuerpo de la mujer. Estas prácticas suponen que algunas de ellas se convertirán en vientres disponibles para hacer un hijo y luego abandonarlo en manos de una pareja que lo compra. Un niño tiene dos ramas, dos líneas, es lo que favorece la diversidad humana, es lo que hay que respetar."
 
"En realidad es el sector rico de los gays el que se ve cuestionado, esos que están muy bien integrados en la sociedad, ganan mucho dinero y sólo tienen deseos de normalizarse para que se les acepte mejor. Lo único que les falta es poder tener un hijo. Por lo demás, lo tienen todo. Y como no pueden tener un hijo, compran los servicios de una mujer. Un hijo no es un derecho, un hijo no es una cosa que se compra. Es una persona. Lo quieren todo, el pan y las tortas. Para mí, es una usurpación total."

 
Comprar un ser humano

En California (EE.UU.) comprar un bebé por el método de vientre de alquiler cuesta entre 120.000 y 170.000 dólares.

La variación depende de:
La necesidad de recurrir a la donación de óvulos y/o espermatozoides
El Estado en el que se realiza la subrogación uterina
La cantidad de "intentos" de fecundación in vitro necesarios para lograr el embarazo de la gestante
Las técnicas adicionales en el proceso de fecundación in vitro como DIAGNÓSTICO GENÉTICO PREIMPLANTACIONAL.
Las condiciones de la mujer gestante
Los aspectos cubiertos por el seguro médico contratado
Las complicaciones durante la gestación o luego del nacimiento.


"La industria del vientre de alquiler miente como los proxenetas que nos dicen que sus prostitutas son felices"

La vehemente feminista y lesbiana inglesa Julie Bindel señala que la industria de los vientres de alquiler daña a las mujeres y a los niños y dice que no debe ser legalizada en ningún país. Ha estado en la India y en Camboya conociendo la situación de las mujeres pobres que allí se dejan inseminar y embarazar con los hijos de "blancos ricos de Occidente", y ha escrito sobre eso en The Guardian.

"La industria del vientre de alquiler es como la industria del sexo, prostitución y pornografía: es dañina, es egoísta y usa la propaganda para engañar. El vientre de alquiler no es necesario en ningún caso. Busca normalizar la utilización de la mujer, y lo denuncio como feminista. Yo creo que la mejor forma de proteger a los niños es proteger a las madres y las mujeres", explicó Bindel.

"La industria del vientre de alquiler miente como los proxenetas que nos dicen que sus prostitutas son felices, o aquellas tabacaleras que decían que el tabaco no tenía efectos cancerígenos", aclara.

Bindel afirma que hablar de "maternidad subrogada" es como llamar “trabajadora del sexo" a la prostituta. "El lenguaje es clave, aquí hablamos de TRÁFICO DE ÚTEROS. En la industria llaman a la gestante 'la subrogada': no tiene nombre, no tiene identidad…  es un recipiente para lograr el bebé sonriente".

Insiste en que la "gestación altruista" no existe: "Una vez legalizado, ¿cómo puedes impedir que alguien pague a alguien, argumentando cualquier compensación o excusa? Siempre será comercial, y no hay forma de que una regulación impida que lo sea. Es una industria deshumanizante que comercia con cuerpos humanos."

"Creo que nadie debería apoyar el vientre de alquiler. Si legalizas los vientres de alquiler, das el mensaje a las nuevas generaciones de que los cuerpos son algo para comprar o alquilar. Si no lo paramos, las nuevas generaciones pensarán que el cuerpo de la mujer no solo sirve para vender, sino que el cuerpo mismo se puede vender. Esta visión afectará a todas las mujeres, no solo a las que lo vendan. Si ser un niño adoptado ya tiene sus complicaciones, mucho más los hijos del vientre de alquiler. Al crecer quieres saber tus orígenes, tus raíces, saber de tu herencia biológica. No creo en el determinismo biológico, pero si comercializas el nacimiento, tendrá un efecto…"


Famosos compradores de seres humanos

Los cantantes Ricky Martin (Enrique Martín Morales), Miguel Bosé, Michael Jackson, Elton John (Reginald Kenneth Dwight), Nicole Kidman y Beyoncé, el futbolista Cristiano Ronaldo, los actores Robert De Niro, Ricardo Fort, Roberto (Florencia) Trinidad, Sarah Jessica Parker, Matthew Broderick, Sharon Stone, Sofía Vergara, Neil Patrick Harris, Dennis Quaid, la modelo Elle McPherson y Tyra Banks, y el presentador Jimmy Fallon, son algunos de los famosos que han colaborado con el crecimiento de esta práctica de manipulación y comercialización de seres humanos para satisfacer sus deseos de tener un ser humano al que llamen hijo a toda costa.

¿Qué edad tenían cuando compraron su primer ser humano?


En algunos casos los famosos aportaron los gametos (masculinos o femeninos) y en otros casos ni siquiera eso, como sucedió con Elton John, quien compró todo: óvulos, espermatozoides y vientre.


Famosos que apoyan el comercio de mujeres y niños

Los comerciantes de seres humanos son, sin duda, los máximos beneficiados con estos caprichos de ricos (no pocos homosexuales). Usando mujeres pobres o, al menos, con necesidad de subsistencia, promoviendo que con esta manipulación se obtienen hijos sanos con seguridad (asesinando a los "fallados").

La omnipotencia disfrazada de "humanidad" de los que optan por técnicas que pisotean la dignidad de mujeres y de seres humanos en gestación, va derribando las objeciones con la complicidad de los medios que, como suele suceder, comentan muy livianos de cuerpo lo que hacen ricos y famosos, sin contar TODA LA VERDAD.

La gestación por terceros debe ser prohibida porque constituye una violación de los derechos humanos de las mujeres y de los niños.


Un ser humano, lo mismo que un perro

Como sucede con los que se dedican a los perros de raza, los implicados en la práctica comercial de los "vientres de alquiler" preparan el escenario con todos sus actores: quien provee la esperma, quien provee los óvulos y quien se queda con los cachorros. Se cuida a la hembra como buena "fábrica". Se cuida al macho como buen proveedor. Se lucra con la vida animal para satisfacer los caprichos de quien no quiere un perro "marca perro", sino uno a medida, de raza.

Un bebé no puede convertirse en objeto de ningún negocio jurídico

La doctora Mónica López Barahona (especialista en bioética presidente de la Cátedra de Bioética Jérôme Lejeune), denuncia que con la maternidad subrogada se produce "una cosificación del ser humano (madre e hijo) que pasa a ser considerado como un bien mercantil".

Señala que siguiendo el principio básico de “primero no hacer daño" antes de regularse esta práctica "ha de excluirse toda posibilidad de generar un daño a la salud de la madre gestante, de la donante y del niño".

"El 20% de las madres de alquiler necesitan ayuda psicológica tras el parto"

En algunos de los casos se produce el abandono de niños con discapacidad intelectual o física. Existen casos de comitentes (los clientes) que, amparándose en el supuesto derecho que les otorga el haber realizado una transacción económica, rechazan la paternidad del bebé nacido por gestación subrogada cuando éste NO SATISFACE SUS CRITERIOS SUBJETIVOS. En el peor de los casos, desean que ese bebé SEA ELIMINADO eugenésicamente antes el parto mediante un aborto, sin tener voz en esta decisión la mujer gestante (que podría ser además la madre biológica).

"La mujer viene utilizada como medio para obtener una nueva vida, mercantilizando su cuerpo, y el niño es objeto de un deseo, pero no suficiente para constituirse en derecho"

Desde el punto de vista legal, la doctora recuerda que "no existe un derecho al hijo" y asegura que "nadie tiene derecho a otra persona; ni la mujer, que en esta práctica viene utilizada como un medio, ni el bebé, la persona más vulnerable en esta intervención".

Un bebé "no puede convertirse en objeto de ningún negocio jurídico, ya que sólo las cosas, y nunca las personas, pueden ser compradas o vendidas".

[Fuentes: Religión en Libertad, Actuall, Telefe, Enciclopedia de Bioética, Centro de Bioética, Persona y Familia, BabyGest]

 
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