Muchas formas de cáncer se pueden evitar reduciendo la exposición a los factores de riesgo: el tabaco, el alcohol, la marihuana, la exposición al sol y el uso de camas solares, la alimentación con abundancia de productos industrializados y grasas, ciertas medicaciones de uso frecuente (anticonceptivos), las conductas sexuales de riesgo (promiscuidad), la postergación de la maternidad.

Un porcentaje importante de cánceres pueden curarse mediante cirugía, radioterapia o quimioterapia, especialmente si se detectan en una fase temprana, algo que se logra con la prevención y la consulta médica oportuna.

La detección temprana, por otra parte, permite que el cáncer infantil tenga un excelente pronóstico. En San Isidro la Fundación María Cecilia de Ayuda al Niño Oncológico (que funciona en el Hospital Materno Infantil) desarrolla una gran labor con los chicos y sus familias desde hace décadas.

Cada año mueren en el mundo más de 90.000 niños con cáncer. La mayoría de estas muertes podría evitarse si todos esos niños tuvieran la posibilidad de acceder a la detección temprana, diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado de su enfermedad en hospitales especializados.

El último Informe Mundial del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud señala que en 2012 se registraron 8.200.000 nuevos casos y se estima que esa cifra subirá a 22.000.000 anuales en los próximos 20 años.

Algunos consejos para reducir las posibilidades de tener cáncer:

Realizarse chequeos completos periódicos.

• Informar al médico sobre antecedentes familiares relacionados con la enfermedad.
• Reducir el índice de masa corporal
• Aumentar el consumo de frutas y verduras
• Reducir el consumo de grasas
• No consumir anticonceptivos ni aconsejarlos a mujeres jóvenes
• Realizar actividad física semanal (en lo posible más de un día a la semana)
• No usar camas solares ni exponerse sin protección al sol
• No consumir tabaco
• No consumir marihuana
• Moderar el consumo de alcohol
• Realizar actividades recreativas o lúdicas para disminuir el estres.