San Isidro, Buenos Aires | |

 

 

 

 

 

 

     
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La Chata Solidaria mejora la vida en el Impenetrable
   
Diez de la noche. Casa. Los tres chicos ya acostados. Silencio. Es el momento. Y "la hoja" en blanco, otra vez.

Pienso en ustedes, nuestros seguidores. La ansiedad con la que esperan los relatos de cada viaje. Si no dudan a esta altura de nuestro compromiso de entregar todo como sea y demás, ¿que es lo que les interesa tanto? ¿Por qué quieren saber hasta el último detalle?

La respuesta sólo la sabe cada uno de ustedes. Pero sé que se sienten parte de La Chata Solidaria.

La mezcla del todavía cansancio del viaje, más el dolor de una costilla fisurada que no para de molestarme, hacen que haya tardado más en empezar a escribir. Disculpas por ello.

Este viaje tenía como objetivo ir al colegio del Impenetrable, estar con las familias referentes de la comunidad, dejarles comida para cinco meses, relevar el colegio y explorar opciones para realizar otra obra en 2016.

Juntamos 1.800 kgs de comida y juguetes en Buenos Aires. Salimos y llegamos a Rosario, donde metimos otros 800 kgs. Y allí fuimos.

Recuerdo cuando llegamos la primera vez al colegio. De pura casualidad. Lo que encontramos era horrible. La maestra estaba desesperada. Los niños dormían en el piso, como animales. Juan Pablo (lo recuerdo como si hubiese sido ayer) me miró fijo (mirada LCS) y me dijo: "Tenemos que hacer algo."

Y algo hicimos… pero nunca es suficiente. Básicamente, podemos decir sin equivocarnos que:

-Los alumnos pasaron de 11 a 30, entre los que duermen ahí y los que se van a sus casas de noche porque viven cerca.
-Los niños comen las 4 comidas, algo que es sencillamente un milagro. Y comen las mismas cosas que comen nuestros hijos en las ciudades.
-El aumento de peso de los niños es notable a simple vista.
-El rendimiento académico de los niños subió (si la panza está llena, se estudia mejor)
-La escuela es mantenida en perfectas condiciones, limpia, funciona todo, y la pintan todos los años.
-Los niños y sus familias tienen ropa y juguetes.
-Los niños tienen su rutina de aseo diario estricta.
-El colegio tiene abundante material didáctico.
-El colegio tiene elementos de primeros auxilios y la maestra sabe hacer RCP.
-El colegio tiene ahora tres maestras.
-En el colegio, si va algún adulto con hambre, se le da comida también.

Pero eso ya no es "llamativo", es normal para La Chata Solidaria. Lo hermoso es que la comunidad no cayó en el facilismo de "esperar que nos den y nos solucionen". En una charla dura que tuvimos con ellos, les dijimos que era su responsabilidad mantener y hacer crecer la escuela.

Bueno se lo tomaron en serio:

-Hay una plaza con juegos para niños (como los de cualquier plaza), que le pusieron el nombre "La Chata Solidaria".
-Repararon el bombeador para sacar agua para bañarse.
-Presionaron a las autoridades y finalmente andan los paneles solares, por lo cual tienen luz de noche (poca, pero tienen)
-Como dije, a nivel edilicio, está perfecta
-Están próximos a arreglar el alambrado perimetral con la colaboración del intendente de otra comunidad (que no le corresponde, pero quiere ayudar) para evitar el ingreso de animales peligrosos.

Pero lo más lindo Y gran noticia señores… es que dentro del comedor que hicimos, cerraron una parte con una pared y en un rinconcito funciona: ¡un jardín de infantes!

Sí, nuestros queridos amigos, en la escuela abrieron un jardín de infantes, donde van hasta recién nacidos con sus mamás a comer. Inclusive hay niños dejados por sus jóvenes madres, literalmente abandonados, que le dicen "mamá" a la maestra.

Es diminuto, pero tiene lo que un jardín necesita: juegos, mesitas, maestra, dibujitos, materiales, comida y sobre todo… mucho amor.

¿Entienden que si logramos que los chicos coman bien desde cero, su capacidad estará mucho más desarrollada? ¿Entienden lo que eso significa? ¿Podemos hablar de una "generación LCS"?

Ver a la maestra con bebés a upa emociona hasta las lágrimas. En el comedor que hicieron ustedes, comiendo la comida que mandaron ustedes, jugando con los juguetes que mandaron ustedes.

¡Hey! Entiendan. Comprendan. Den dimensión a los que leen.

Ustedes están cambiando vidas en el Impenetrable. Y nada de ayuda esporádica (que es más que necesaria). Es a largo plazo.

¿Se emocionan? Esperen, hay más. Dentro de la comunidad, hay cuatro familias referentes que son incondicionales, de hecho tres ni siquiera tienen chicos ya en el colegio, porque son grandes. Pero están igual.

Por ejemplo, Elder. Cuando lo vimos por primera vez para la construcción de la primera obra, era muy tímido, hablaba bajito y cerrado. "Quiero ayudar, pero no sé nada", nos dijo. "Bueno, si tenés ganas te vamos a enseñar". Mario y Marcelo, quienes comandaron la primera obra, le enseñaron lo básico para ser albañil.

Hoy Elder no sólo hace el mantenimiento del colegio, sino que se hizo su casa de ladrillos. Es un eximio carpintero y trabaja la madera de una manera increíble. También le construyó una cocina con horno de barro a Felisa y hasta se fabrica sus propios ladrillos.

En las fotos del comedor todos los muebles los hizo él, con sus manos. Cuando fui a la casa por primera vez, le pregunté:

- ¿Y el taller donde lo tenés?
- …
- El lugar donde fabricás las cosas, donde tenés las herramientas, ¿dónde está?
- …

De repente agarra un hacha chiquita (tienen otra enorme) y me dice: "Con esto lo hago, no tengo nada más".

Me sentí el tipo más imbécil, inútil, estúpido, inservible e ignorante del mundo.

Hoy Elder con su hermosa familia, Don Martin y la suya y por supuesto Juan y Felisa (los más viejos del paraje, que están desde añares y donaron los terrenos para la escuela) son sin dudas la pata chaqueña de LCS.

Lo peor es que siempre que vamos, queremos dejarle dinero a Elder para que cuando vaya al pueblo compre lo necesario o herramientas. Y no quiere aceptar. Casi hay que pelearse. Y cuando acepta es con una condición:

Para él y su familia, nada. "Yo tengo todo lo que necesito", dice. "El dinero es para los chicos del colegio", dice. Igual que Felisa, que les cocina a los chicos. Para ella nada. Para los chicos, todo. Humildad. Valores. Sacrificio más allá de lo que puedan imaginar, para el prójimo.

Cosas que es muy raro encontrar en las grandes ciudades, con gente "educada" y "civilizada", en el Impenetrable es moneda corriente.

Entonces, ¿quién es "civilizado"? Cada uno elabore su propia respuesta.

Sólo les digo que la calidad humana de esta gente no es de este universo.

Tampoco quiero dejar de mencionar a la familia de Rosa Frías, que es nuestra base en el pueblo. "El Loco" y su hijo "El Pumpi" son mecánicos de pueblo y sin ellos nada sería posible. Son gente que si tienen que entrar a buscarte en tractor a las cuatro de la madrugada, lo hacen sin dudarlo. Y son el gran sosten del colegio. La casa de la familia Frías es nuestra casa.

(N. de la R.: Ojo a algún imbécil de turno que se atreva a tocarlos porque nos ayudan sin pensarlo porque ellos son LCS. Y nuestro lema "nunca esperen poco de nosotros" aplica para todo, no sé si entienden…)

En el colegio estuvimos dos días y luego visitamos a varias familias de la comunidad, en sus "casas". También recorrimos unos 300 kms hasta Fuerte Esperanza mirando opciones y visitando otros lugares. No podemos comunicar ahora los resultados de la exploración y anunciar qué vamos a construir en 2016, porque debemos analizar en profundidad los datos. En diciembre sabrán. No es nuestro estilo prometer y hacernos los giles. Para eso están los políticos.

El viaje cumplió con todos los objetivos. Y el colegio fue el centro de las actividades.

Ahora, para los que gustan de los fierros, la parte que esperan.

***

La Ranger de La Chata Solidaria

Debíamos llevar 2600 kgs. de comida y juguetes. Claramente era un "paseo" en la chata Azul. Se cargaba todo, la ponés a 90, llegás, entrás, repartís, hacés todo, salís y volvés.

Rutina para la Azul. La chata no es ni una variable importante ni una preocupación. Vos te preocupas por todo menos por la chata. Porque no importa qué pase, volvés.

Pero ustedes habían colaborado con dinero y repuestos para que tengamos la Ranger en "la flota" y para que la trajéramos al Impenetrable. Como recuerdan, en el viaje de diciembre pasado, cuando la íbamos a llevar, el turbo detonó y quedó acá.

Me las iba a pagar todas juntas. Todas. Durante siete meses la usé a full trabajando, entrenando en el barro, recorrí nueve provincias e incluso cuando fui a Mendoza. La hice subir la Precordillera a 3600 msnm con 700 kgs. de carga, por un sendero de cuatris para llevarla al límite de quiebre.

Le di para que tenga porque, como bien saben, al Impenetrable no vas a probar nada: vas a lo seguro. O no vas.

Como la capacidad de carga es de 1100 kgs aprox., no entraba todo, por lo cual decidimos llevar un tráiler enorme que tenemos. Repartimos el peso y salimos. El tráiler mide 2,10 de alto, por lo cual la resistencia en ruta es muy grande. Entonces le sacamos las puertas delanteras y traseras para facilitar el paso del aire (todos unos discípulos de Adrian Newey).

Los 1500 kms de ida fueron sin novedades, pero con viento lateral la pared del tráiler es tan grande que hacía mucha resistencia. En esos casos, bajábamos a cuarta para lograr mantener los 80 km/h, sino 5ta a 85/87, pero no sobraba nada. Encima hacía mucho calor y uno va mirando la temperatura, que es la que avisa si te estás pasando de rosca. Veintidós horas después, llegamos.

El día dos que debíamos entrar por primera vez, pasamos del tráiler a la chata mucha mercadería. El tráiler era sólo para ir al pueblo, no para entrar al Impenetrable porque es para trabajar y en el monte duraría 7 minutos antes de deshacerse.

A la Ranger le tiramos unos 1600, 1700 kgs, se dieron vuelta los elásticos, le bajamos las gomas de 48 a 30 y le desconectamos el fusible del ABS trasero, para ayudar en los arenales y filtrar algo los serruchos.

Lo hicimos porque adentro no representamos un riesgo para nadie. Si volcamos nos matamos solos, sin molestar a los demás. El camino estaba seco. ¿Buenas noticias? No. En el Impenetrable no hay buenas noticias.

Si está seco hay polvo, se rompe el camino, los pozos te arrancan la suspensión y están los temibles arenales, donde la chata hace aún más fuerza que en el barro y se mueve casi lo mismo de un lado al otro.

Entramos. La chata "parada de manos", es decir mirando con la trompa al cielo, No me sorprendió la resistencia del chasis. Es Ford, no se puede esperar un chasis malo. En la tierra uno no va derecho con la Ranger. Uno va "buscando" el "mejor lugar" para evitar golpearla, lo que hace que continuamente el chasis torsione demasiado.

Pero el chasis banca. Lo que le tires, lo banca. El tren delantero acusa recibo de los golpes, pero el trasero es duro y le gusta el combate. Recordemos que le tiramos casi el 60% arriba del peso max. permitido. Es tan alta que no toca nunca abajo, ni aún pasada de kilos.

¿Y cómo anda?

La chata se esfuerza por tratar de hacer todo bien y demostrar "rudeza". Hay un notable divorcio entre la robustez del chasis y tren trasero con el tren delantero. Es como que hay 2 chatas, una que banca todo y otra que no te transmite lo mismo (adelante). En el suelto, con carga excedida (es importante reconocer que la carga estaba largamente ex–ce-di-de) el traslado de pesos izq/der es tan brutal que hay que ir híper atento.

No te podés relajar un segundo porque la chata quiere volcar todo el tiempo. Y en el suelto de los arenales la cosa se pone aún más fea porque, como dije, uno va buscando dónde llevarla y a veces está obligado a maniobras radicales y la Chata insiste en asesinarte de un vuelco. Con este peso a la chata le cuesta demasiado administrar la inercia. No hagan esto en sus casas, se van a matar.

Al volver vacíos al pueblo, la chata se comporta "a lo Ranger" es decir, si vas rápido, la chata va a los asaltos rebotando todo el tiempo y te obliga a corregir con maniobras descerebradas, para que no te pase la cola, hacer trompo y volcar. Rápido son 90 km/h con el camino deshecho. Pero si vas a 60/70, es un poco más dócil pero igual así, es una chata híper demandante para el conductor (si es usada en condiciones radicales como las de LCS).

Te relajás un minuto y volcás. Así de simple. Al llegar al pueblo estás muerto de cansancio y agotado. Pero llegás, que en el Impenetrable no es poco.

Ahora hablemos del motor (Maxion 2.5, alimentación mecánica, turbo fijo). La cilindrada no es poca, pero el diseño es muy viejo y el turbo fijo hace que el motor esté muerto si no está en régimen de push pleno. En nuestra unidad ese régimen es entre 2400 hasta las 2900 rpm, es decir una franja diminuta. Debajo de las 2400 hace lo que puede (a menos de 2000 directamente se apaga) y encima de las 3000 es ruido puro (grito) sin fuerza. El exceso de peso y el suelto de los arenales obligan a llevarla a 2700/2800 permanentemente, usando la caja de cambios a destajo para que no caiga. Ahí hace lo que puede y apenas zafa.

Sobra chata para este motor, qué lindo sería el 3.0 de la línea vieja. Eso sí que empuja. O al menos el 2.8 que tiene "un poco más de onda"

Por último, la cadena cinemática. Es de lo mejor. La caja de cambios, la reductora y los diferenciales son excelentes. Puestos a hacer fuerza en los arenales con los kilos arriba, sobra transmisión.

Conclusión: amigos, ya los conozco. La respuesta a su pregunta es "no". De ninguna manera es mejor (para esto) que las F100 nuestras. Con nuestras queridas Serie F, te preocupás de todo menos de la chata. No "buscás" por dónde llevarla, sólo encarás y volteás todo a tu paso, las golpeás sin piedad y no te importa nada de nada. Son Serie F, pero están cansadas. El futuro indica que debemos migrar a este tipo de chatas como la Ranger o similares.

Ahora, que no sean como una F ni resistan lo mismo para lo que las usamos nosotros, ¿implica que son malas o no sirven?

No, de ninguna manera. Las medianas son mejores en todo y, si las sabés llevar, hacen el trabajo lo mejor que pueden. Uno les toma cariño y a la larga valora todo lo bueno que tienen. Insisto: no nos queda otra, a la larga vamos a chatas así.

En diciembre estamos armando algo importante, en las profundidades del Impenetrable, con barro seguramente y ahí veremos realmente el punto de quiebre. Este viaje fue un paseo.

Puedo concluir que la Ranger es híper demandante. El motor es inútil fuera del régimen de push. Le cuesta horrores lidiar con la inercia del peso. El tren delantero acusa recibo. Pero la chata está bien armada, es muy ágil si la sabés llevar, a la transmisión le encanta hacer fuerza, el chasis ama que lo retuerzan, el eje trasero banca kilos a lo pavote, los diferenciales y la reductora se sienten felices y quieren más torque.

El balance general es: aprobado.

No cometan el error de trasladar estas opiniones a condiciones normales de uso. Ahí no hay con qué darles a las medianas. Hablamos de condiciones radicales con caminos deshechos, algo que ninguno de ustedes jamás le haría a sus chatas.

Quédense con esto: en la Azul, a plena carga (2700 kgs), en simple, a 60 kms/h x caminos inexistentes vas mirando el paisaje y podés cocinar un pollo si querés de lo aplomada que va. La chata es un monstruo "atropellador y previsible". Llegás siempre, aún sin una rueda, como ustedes recuerdan.

En la Gris, a plena carga (1600 kgs), en simple, a 60 kms/h por caminos inexistentes, como es tan grande el habitáculo (van cuatro y recontra sobra espacio) pueden ir jugando al truco con una mesa y todo mientras miran el paisaje, ya que es el mismo concepto. También llegás siempre.

En la Ranger, vas a los volantazos, prestando atención a todo (temperatura del motor, que no caiga de régimen, que no golpee feo adelante y sobre todo que no se dé vuelta), pero hay que reconocer que llegó. Fue un paseo, pero volvió.

Bienvenida entonces, Pequeña Saltamontes. Porque cuando decimos "nunca esperen poco de nosotros", aplica a nuestras chatas también.

***

Agradecimientos

A ustedes, que trajeron la comida y juguetes
A Provincia Seguros, que juntaron una enorme cantidad de comida.
A Unilever, por las sopas.
A Las Marías, por la yerba.
A la gente de Rosario, que cada vez hace crecer más nuestra "sucursal"
A Megatrans, por los satelitales de las tres chatas.
A "los Amigos del Alma que están siempre, son de fierro" y se resisten a ser nombrados.
Y nuestros "comunicadores del alma", Autoblog, Puentes de Esperanza y El Ovalo Azul.

-> Jerónimo Chemes
Fundador de La Chata Solidaria
www.lachatasolidaria.com.ar

 
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