Como si no hubiera temas importantes de qué ocuparse, diputados nacionales presentaron el martes 11 de Noviembre un proyecto de ley para que se emita un billete con la cara del papa Francisco.
La iniciativa es impulsada por Laura Esper, Mirta Tundis, Adrián Pérez y Elia Lagoria.
Con el pobre argumento de que Jorge Mario Bergoglio es el "primer latinoamericano en asumir este cargo" como jefe de Estado del Vaticano y líder de la Iglesia Católica. Por eso los funcionarios solicitan "la emisión y puesta en circulación de una moneda de curso legal con la imagen del Papa Francisco I" y que el Banco Central de la República Argentina y la Casa de la Moneda adopten "las medidas necesarias" para realizarlo.
Este proyecto, de vuelo tan bajo como el de bautizar cualquier cosa con el nombre de un jefe político (Juan Perón o Evita en su momento, o Nestor Kirchner por estos años) lo único que pone en evidencia es el oportunismo y la falta de criterio.
Oportunismo de subirse al "francisquismo" imperante -fuera de que a muchos en todo el mundo los conmueva realmente la figura del Santo Padre actual- y falta de criterio por demostrar, una vez más, que mientras los temas realmente trascendentes se dejan de lado, los diputados (en este caso de la tropa de Sergio Massa y de Mario Das Neves) elaboran proyectos inútiles mientras son sostenidos por los dineros públicos.
Finalmente, como también vale reflexionar, el propio Jesús en la conocida cita evangélica respondió a la celada farisea sobre si corresponde pagar impuestos, que hay que dar al César lo que es del César, mirando la moneda de curso legal en ese momento. Poner a Papa en un billete no es reconocimiento u homenaje, sino rebajarlo.
Es difícil imaginar que al propio pontífice le caiga bien esta torpe iniciativa, sobre todo ante la incoherencia de que busquen poner su rostro en un billete quienes no aceptan sus enseñanzas y valores. Esper, Tundis y Pérez impulsan el aborto libre y gratuito...